Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Forough Farrokhzad

                                                                                      Forough Farrokhzad (Irán, 1935-1967)

La rebelión

No me impongas el silencio
Tengo una historia para contar
Quítame esta cadena de los pies
Mi corazón es agitado por una pasión

Ven, hombre, egoísta, ven
Abre las rejas de esta jaula
Me hiciste prisionera de por vida
Libérame para mi último soplo

Soy ese pájaro
Que desde hace tiempo sueña el vuelo
Mi canto se hizo suspiro
En mi pesado corazón
Mis días huyeron en lamentos

No me impongas el silencio
Debo revelar mi secreto
Hacer oír a todo el mundo
El eco fulminante de mi poema

Ven a abrir la reja, para que vuele
Al cielo límpido de la poesía
Si me dejas volar
Seré una flor
En el jardín de la poesía

Mis labios se impregnan del azúcar de tu beso
Mi cuerpo retiene el olor de tu cuerpo

Mi mirada arroja sus chispas contenidas
Y mi corazón canta su dolor sangriento

Hombre egoísta
No digas
Tu poesía es una vergüenza

El espacio de una jaula es estrecho
Para el alma tomada de pasión
No digas que mi poesía es sólo pecado

Dame el vino de este pecado y esta vergüenza
Te dejaré el paraíso
Sus vírgenes y sus fuentes
Alójame en un rincón del infierno

Un libro, un lugar tranquilo, un poema, un silencio
Bastan para embriagarme de vida
Ninguna pena si el paraíso se me escapa
Otro también eterno habita mi corazón

Una noche que la luna danzaba despacio
En medio del cielo
Dormías y yo excitada con todos mis deseos
Tomé su cuerpo en mis manos

El viento del alba me daba mil besos
Y mil besos di al sol
Una noche en la prisión donde eras el guardián
Un beso hizo temblar mi existencia

Hombre, detén esta fábula del honor
La vergüenza me colmó de un placer delirante
El dios que me dotó de un corazón de poeta
Sabrá perdonarme

Ábreme la puerta
Para que me escape por el cielo límpido
Déjame volar
Y seré una flor en el jardín de la poesía

Jacarandá

Se le encogió el corazón al recordar aquellos tiempos, cuando trabajaba con fervor por construir un nuevo país, mejor y más justo. Qué contenta regresaba a Teherán por las noches, en autobús. Sentía una verdadera comunión con la ciudad, que parecía electrizada, que bullía de expectación y entusiasmo por lo que le brindaba no sólo el futuro, sino también el presente. Azar no veía la hora de llegar a casa, al diminuto apartamento donde Ismael estaría esperándola. Aún recordaba cómo, con sólo ver el resplandor de la lámpara del salón a través de las cortinas, le brincaba el corazón de alegría. Noche tras noche, aquella luz, señal de que Ismael estaba en casa y que ella pronto descansaría entre sus brazos, hacía que sonriera y se le acelerara el pulso mientras subía las escaleras a toda prisa. Cuando entraba en el piso, el olor a arroz hervido llenaba su olfato. Ismael iba a su encuentro, la rodeaba con los brazos y le decía "Khaste nabaashi azizam", "Ojalá nunca te canses". Y entonces ella preparaba un té, y mientras lo tomaban sentados junto a la estrecha ventana que daba al patio arbolado ya sumido en la oscuridad, él le hablaba de Karl Marx y ella le leía poemas de Forugh Farrokhzad.

A la sombra del árbol violeta
Sahar Delijani
Narrativa Salamandra.

domingo, 25 de septiembre de 2016

Con viento sur

  Oriol Escursell antes de la Surada. Palacio de la Magdalena. Santander.

A veces uno no quiere ponerse espejo, cristal translúcido, muro de hormigón, plancha de hojalata, barrera de aduana, pared de ladrillo. Tampoco quiere ser diente de tigre, fuego de dragón, púa de erizo. Olvida la necesidad del camuflaje, quedarse quieto, hacerse el muerto. Fugarse, abandonarse, salir por la tangente, escapar de la burbuja.
Y entonces comparte un café, viaja por la Terra Alta sin moverse de la orilla del mar, contribuye a la expansión de las cualidades del apio en los cocidos de garbanzos o se admira de la capacidad viajera del chorizo de León.
Y si hay suerte, aguanta la respiración por el hombre del trapecio y se estremece a la puerta de una iglesia en la ciudad de Toro.

viernes, 23 de septiembre de 2016

Miradas y silencios




Recientemente, durante un debate televisado de la campaña a las próximas elecciones vascas, se ha producido un episodio que nos atrevemos a calificar de dramático, por lo que encierra y sustenta, más allá de la  inusual actuación de algunos políticos lanzados habitualmente a la caza de votos, cuesten lo que cuesten.

El caso es que Pili Zabala, candidata por Podemos en esos comicios, interpeló a Alfonso Alonso, a la sazón exministro en funciones del gobierno del Partido Popular y actual candidato por su partido a presidir el gobierno vasco, que respondió nervioso y dubitativo, como escolar pillado en falta, y a lo cual siguió una larga, larguísima, y más que elocuente mirada silenciosa por parte de la señora Zabala.

Hay que recordar que Pili Zabala es hermana de José Ignacio Zabala, que fue secuestrado en el sur de Francia junto a José Antonio Lasa en 1983. Ambos fueron posteriormente torturados, asesinados  y desaparecidos por los GAL, grupo de triste recuerdo encabezado por el comandante de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo. Años después los cadáveres fueron localizados en la provincia de Alicante enterrados en cal viva. Esa cal viva, que su sola mención puede sonar como una granada de fragmentación en el seno del Parlamento de la nación, pero que no quita ni pizca de veracidad a su existencia y a su utilización para fines criminales por individuos sospechosamente cercanos al aparato estatal de entonces.

Pero volvamos al debate televisado que enfrentó el otro día a la candidata de Podemos y al balbuceante candidato popular, y que Televisión Española no tuvo a bien reflejar en sus noticias (pero eso ya es otra sonrojante historia). ¿Qué pudo preguntar Pili Zabala a Alfonso Alonso para que éste se situara en un espacio tan cercano al “tierra trágame”, y que no le quedara más remedio que rogar con su agónica mirada el capotazo salvador del moderador del programa televisivo?

Pues sencillamente preguntó si aquel la consideraba a ella una víctima del terrorismo o no. Cuestión esta que, por evidente, probablemente podría ser respondida más allá de nuestras fronteras con suma facilidad, pero que aquí, dada la tradicional tendencia de los poderes a ocultar todo lo incómodo en zanjas, cunetas y fosas comunes, se traslada siempre al lado oscuro.

Por supuesto que los familiares de José Ignacio Zabala, los familiares de José Antonio Lasa y los de muchos otros (incluidos los de los tres jóvenes santanderinos asesinados en el llamado “Caso Almería”, que han solicitado infructuosamente durante años ser reconocidos como tal) son víctimas de terrorismo.

Acogerse a dictámenes y subterfugios legales creados por el propio Estado para protegerse a sí mismo de algo que solamente daña a su credibilidad, tal como hizo torpemente Alfonso Alonso, no sirve más que para retrasar lo innegable, para apuntalar las trincheras y para, en definitiva, socavar aún más las carencias democráticas de las instituciones del Estado.

Hora es ya de que, por esa salud democrática con la que tantos se llenan la boca, se obvien las diferencias que, dependiendo del sujeto que la ejerza, se han creado con la violencia y se superen los distingos en el dolor que interesadamente, algunos, formulan aún hoy para las víctimas.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Fin de verano


Regresamos como quien huye del oleaje, dejando atrás árboles a punto de cambiar de atuendo, nubes aún tímidas y pájaros que deambulan con la duda en sus alas antes de emprender la travesía.
Todas las señales apuntan a la soledad.

lunes, 12 de septiembre de 2016

A pájaros

    Norte de Irán. 2016.

Jordania, Siria, Armenia, Nagorno-Karabakh, Turquía, Finlandia, Noruega, Irán... 
Nuestras cabezas están llenas de pájaros y nuestra voluntad repleta de lugares.

sábado, 10 de septiembre de 2016

En el Urriellu

Este verano, por fin, subí al Pico Urriellu. A mi edad.
Toda la vida para quitarme una espinita del corazón. Media vida caminando entre piedras y viendo allí, a lo lejos, a la más grande, majestuosa e inexpugnable...

En realidad no subí yo, pero sí subieron "Las fronteras del aire", de la mano de mi amigo Rafa, al que hay que agradecer el gesto de cargar con el libro en lugar de la bota de vino o el bocadillo.

Y es que cuando Rafa me dijo que le habían propuesto escalar el Naranjo de Bulnes, yo le contesté: "Llévame contigo" 
Y él, quizá sopesando que cumplir con mi petición podía ser como cargar con un chon debajo del brazo, optó con buen criterio por la vía simbólica.

Treinta y seis años separan las fotografías de arriba de la de abajo.


Los libros de Guillermo


jueves, 8 de septiembre de 2016

Hipocresía

Según el diccionario la palabra "hipocresía" es fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.
Así se puede entender, como poco, el "arbeit macht frei" de los campos de concentración nazis o los muros adornados con flores, para reducir su impacto visual, que los británicos pretenden levantar en Calais con objeto de que no se les cuele tanto inmigrante.
Por cierto, Calais es un puerto francés e imagino que los ingleses intentarán darse prisa antes de que entre en vigor el brexit. Pero Francia, hipócrita también.
Y así podríamos seguir hasta que las ranas crien pelo o hasta que aprobemos las oposiciones para el Banco Mundial. 

http://www.telam.com.ar/notas/201609/162015-calais-muro-migracion-reino-unido.html

En el centro de la tormenta

"Siempre fuimos honorables, pero servimos a hombres corruptos y a una empresa indigna" le dice a Tommy Lee Jones el fantasma del general confederado en la película titulada "En el centro de la tormenta" de Bertrand Tavernier.

sábado, 3 de septiembre de 2016

La fiesta


Señoras y señores, tenemos el placer de anunciarles que la fiesta de la democracia también es esto y que para ser demócratas, pero demócratas de verdad, hay que valer.
¿A qué viene entonces tanta impaciencia y tanta manipulación?
¿Es que tanta democracia cansa?
¡Ah! ¿Que no están acostumbrados a confrontar ideas?
¿Que se les hace raro que a un Parlamento se vaya a parlamentar?
Señoras y señores, ¡no se entreguen!, ¡voten!, ¡sigan votando!, ¡sálganse del rebaño!
¡Será por dinero! La economía es como un cuenco de leche hirviendo. La parte que se derrama se llama Panamá.
Voten en Navidad, tras la misa del gallo.
Voten en Viernes de Dolor o en Domingo de Ramos. 
Voten vestidos de romanos.
Voten, voten en procesión, voten en carnaval.
Voten todos los días de su vida. No se queden dormidos y decídanse votando.
Aunque sea por mayoría absoluta de cada uno de ustedes mismos.