Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

martes, 25 de mayo de 2021

Las Itacas

                                                                                         Tombuctú, 2001.


Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.

                                        Konstantino Kavafis (Estrofa final de "Viaje a Itaca")

 

Arena que allana y oculta las calles
que van a dar a las grandes mezquitas de Samarcanda.
Arena en el pan pobre con el que comulgan
los caminantes de Tombuctú.
Arena en el aire y en los ojos de la vieja ciudad de Damasco.
Arena que pisaron los pies ajados de las momias de Lalibela.
Arena que araña el tiempo y las piedras
del caravasar de Orbelian, en el paso de Vardenyats.
Arena en las sombrías togas de las damas tristes de Ispahan.
Arena de las playas jamás holladas de la isla de Itaca
 y de otras islas en las que tal vez fuimos imaginarios náufragos,
vagabundos, nómadas, diminutas semillas a merced del viento.
Y también arena. Clara, simple, imperturbable arena de otro costal.

 

viernes, 21 de mayo de 2021

Indig-naciones

El problema es que antes nadie escuchaba sus majaderías. Se restringían a sus mínimos círculos y en ellos vomitaban  y se refocilaban  como cerdos en cochiqueras.  Y sin embargo ahora hay una suerte de magia interesada que compra y vende escándalos y que les ha colocado en nuestras vidas, como si estuvieran en una especie de faro ignoto con un altavoz entre las manos.

Desde ahí los patronos dan rienda suelta a sus chacales y nos señalan con qué les interesa que nos indignemos para que pasemos por alto la realidad con la que en verdad tenemos que indignarnos.

 

domingo, 16 de mayo de 2021

Un libro de Ivan Doig

Ivan Doig tiene publicados dos libros en castellano que yo sepa. Éste que estoy leyendo y el magnífico "Una temporada para silbar". Ambos en Libros del Asteroide. Un ejemplo más de escritores norteamericanos que merecerían una mayor difusión de sus obras en el mercado literario hispano.



Aun así, yo no estaba preparado para lo que me esperaba cuando mi padre volvió a ir en busca de su diario, me miró desde el otro lado de la cocina y dijo: "Sal ahí fuera para entretenerte un rato", y me condujo al exterior de la estación.
Se dirigió a uno de los laterales de la garita que hacía funciones de letrina con algo de cautela por ir vestido de uniforme. Se dio la vuelta. Se alejó dieciséis pasos -por qué fueron exactamente dieciséis es algo que ignoro, pero seguramente había alguna norma al respecto en alguna parte del Servicio Forestal- y anunció: "Es hora de trasladar la sede del Partido Republicano. ¿Cómo vas de musculatura para darle a la pala?".

Así que aquella sería mi labor mientras permaneciera "a cargo" de English Creek en ausencia de mi padre: excavar un nuevo pozo para la letrina.

Verano en English Creek.
Ivan Doig.
Libros del Asteroide.


jueves, 13 de mayo de 2021

Historias del Barrio San Francisco


No hace mucho tiempo que reseñaba yo un proyecto colectivo en forma de libro que me había tenido ocupado durante el tiempo de confinamiento y que trataba de la vida en fotografías durante el encierro pandémico en el lugar en el que vivo. Pues bien, éste que ahora aparece es otro proyecto colectivo que se inició tiempo antes, que en estos días ve la luz, y que habla del lugar en el que viví.

Han pasado más de cuarenta años sobre muchas de las historias que conforman la Historia que aquí se relata, pero creo no equivocarme si afirmo que están vívidas y presentes en todos aquellos que fuimos testigos  de muchas de ellas. No en vano son esas historias las que han ajustado nuestro carácter, nos crearon un sentimiento de pertenencia que aún hoy, lejos muchos ya de allí, nos enlaza y, tal vez, pese a las diferencias, a los desacuerdos o a las furias, nos provoca una cierta  manera indómita de mirar alrededor.

Éramos gente austera en esa difícil frontera del tiempo que marcó el fin de una dictadura, con todo lo que ésta, aún inadvertidamente, conllevaba para la vida diaria, y el comienzo de una esperanzadora democracia que no acababa de traducirse en algo bueno sino era poniendo en juego templanza y  coraje. Una templanza y un coraje que nos permitieron ser dueños, a base de organización y al menos durante unos años, de nuestros propios pasos y de nuestras propias decisiones. De algún modo la historia del Barrio San Francisco, y sin desmerecer otras, es la historia en pequeño de un movimiento vecinal grande que marcó a este país, en unos momentos en los que se convirtió en uno de los pilares fundamentales de la contestación al régimen franquista y a los residuos que de él quedaron durante la llamada Transición.

Como todo trabajo colectivo, estas “Historias del Barrio San Francisco” con toda seguridad son imperfectas y pueden obedecer al tira y afloja de diversos puntos de vista que consideran que las cosas sucedieron con la óptica de cada uno. Eso es algo intrínsecamente humano y probablemente otro grupo de personas habría hecho otro libro bien diferente. Pero puedo dar fe de que el barco que ha transportado a este libro desde la idea hasta la materia navegó a la manera en la que todo un barrio, hace muchos años ya, se unió para dar lugar a una pequeña e íntima epopeya que, no tengo duda ninguna, nos ha hecho tal y como somos.


lunes, 10 de mayo de 2021

domingo, 9 de mayo de 2021

jueves, 6 de mayo de 2021

En días como el de hoy


En días como el de hoy ella solía despertarme temprano. Siempre era la primera en felicitarme el día, aunque presumo que realmente lo que hacía era felicitarse ella por haberse estrenado conmigo como madre. 
Hace tres años se le fue la mano y me llamó el día anterior. En realidad alguien me llamó por ella. Fue la última vez. 
Desde entonces, en días como el de hoy, siempre me parece que en cualquier momento va a sonar el teléfono, va a ser ella y me va a decir: "Levántate, hijo, que se te pegan las sábanas" 

miércoles, 5 de mayo de 2021

Estado de melancolía


Saquearon también las palabras para que los conceptos fueran distintos y a la manera de los trileros exclamaron “ahora está, ahora no está”.

Intentaron convencernos de que hay dos extremos que son lo mismo para que nos quedáramos quietos en el centro indefinido y no molestáramos.

A algunos les dijeron que eran de los suyos, pero solamente les sentaron a los pies de sus mesas para echarles los huesos y los despojos.

A otros les distrajeron  con cuentos de la tierra de las oportunidades.

A los demás nos difamaron y pusieron nuestros nombres en la picota.

Y cuando nos cortaron los dedos, y el engendro les satisfizo, aseguraron sin rubor que el muñón que resultaba era la mano izquierda.

sábado, 1 de mayo de 2021

Reencuentros


Si algo nos reconcilia con la vida en tiempos de infortunio, eso son los reencuentros. Volver a vernos. Llorarnos las penas, lamernos las heridas, amortiguar las ausencias con palabras y recuerdos. Y sobre todo, sobre todo, contarnos las presencias. Nos miramos con mirada de terciopelo, dulcemente, y si peta, aun magullados y con quebrantos, nos decimos "aquí estamos, esto somos y resistimos".