Floreceremos.
Seremos el día nuevo, la luz filtrada entre los árboles,
la calma hallada en lo recóndito del bosque.
Floreceremos
con los humildes reflejos del calafate,
como la testa carmesí del pájaro carpintero en la penumbra.
Floreceremos
en abrazos y en avenidas,
con la sonrisa clara del transeúnte que arriba al hogar
con todos los días ganados a la tristeza.
Floreceremos.
Seremos el pan caliente de la mañana,
el paisaje encendido que se despliega al otro lado de la
montaña,
la vida abierta y fecunda ante tus ojos.
MCH
Realmente hermoso!
ResponderEliminarGracias, José María. Un abrazo.
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