Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

martes, 31 de marzo de 2020

Esto no es un diario XVII


El horizonte no se cotiza mucho en los últimos tiempos. Ni el físico ni el anímico. Camino cada día con mi perro aproximadamente unos 250 metros de ida y otros 250 metros de vuelta. A lo lejos veo nubes, una colina y la ría. Algo más allá, por suerte, vislumbro un poco de mar. Todo eso y lo que me permite la imaginación. 
Después regreso a casa y leo un poema de José Luis Amaro:

Pasos

Pones un pie delante de otro,
un paso y luego otro más,
y ya pierdes la cuenta
de los años, los soles y las lluvias,
hasta que un día te detienes
y miras la distancia que te separa 
del punto de partida,
los kilómetros y edades que llevas encima,
y dices mirándote los zapatos: Dios mío,
cómo he llegado hasta aquí.
En un millón de sentidos
-un paso y luego otro más-
la vida te empuja hacia adelante,
un abismo pequeño y el siguiente,
y ya no sabes
cuándo ni dónde vas a frenar.  

lunes, 30 de marzo de 2020

Esto no es un diario XVI


Y entramos en la tercera semana dentro de la madriguera. Esto va para largo, me temo. Y además, hoy, con lluvia y con frío.
Qué lejano parece el cuento chino de Wuhan. Supongo que ya pocos quieren acordarse de los chistes chuscos sobre chinos de hace cosa de un mes más o menos y de la proverbial displicencia hispánica ante todo aquello que nos queda lejos (en kilómetros y en conocimiento). Pero eso sí, somos más chulos que nadie. Chulos y racistas hasta que nos cae la primera piedra.

En Europa, que también son más chulos que un figurín, están entrando por reconocer titulación a los médicos sirios refugiados o por llamar a brigadas de médicos cubanos, ese denostado país que, a poco que te descuides, te va dando lecciones a diestro y siniestro.

A lo mejor a esta Europa dividida y egoísta, se le caen de una vez por todas los anillos y se le pone cara de tercer mundo.
Por de pronto Portugal (menos mal), que es otro país que últimamente va dando lecciones, ha regularizado a todos sus inmigrantes para protegerlos, según dicen, del bicho. Un bicho por otra parte que, como se ha visto, no distingue ni de colores ni de sabores. Todo le da igual. 

Tal vez por el norte vayan aprendiendo.

domingo, 29 de marzo de 2020

Esto no es un diario XV


Esto de las relaciones sociales en tiempos de pandemia tiene su puntito peligroso. De pronto tu interlocutor está casi siempre dentro de un objeto inanimado y, por tanto, es fácil confundirse y no guardar las elementales normas de cortesía, pese a que, por aquello del aislamiento, uno intenta ser más expansivo para no convertirse en un robinsón.
Por otro lado, tengo ya vistos en estos días más de dos y de tres enfrentamientos a través de redes, de esos que transforman besos, cariños y arrumacos en irreconciliables y sanguinarias enemistades al calor de esta soledad tan tonta en que vivimos. Entre que todos estamos pelín nerviosos, pese a que nos hagamos los valientes, y que triunfan las posiciones maximalistas por aquello de hacer frente al bicho con rigor, no advertimos con claridad que de esto se supone que saldremos algún día, y que probablemente nos crucemos más de una vez con nuestro antiguo objeto de pasión por cualquier esquina. Y tener que vernos con el ceño fruncido y el colmillo enroscado por un ponme allá esas mascarillas o quítame a ese policía de aquella esquina es una santa hostia. Un poco de templanza no vendría mal. ¿No?
Y además nos han vuelto a cambiar la hora, joer.

sábado, 28 de marzo de 2020

Esto no es un diario XIV


Me levanto con ánimos. Ayer estuvimos hablando varias horas con los amigos chilenos, Hugo y Gi, que viven en Santiago desde la anterior crisis, y con Corinne y JR. Pudimos vernos las caras como cuando íbamos a celebrar la República cada 14 de abril, o lo que se terciara (también la independencia de Chile en alguna ocasión). 
A mi, que a veces se me escapa la misantropía por las costuras, me parece extraordinario cómo un rato de conversación con los viejos amigos carga las pilas de esta manera. Supongo que también ha tenido algo que ver tirar de azada en la huerta. No sé.
Y nada más por hoy. Me voy un rato a que me pasee el perro. Luego me espera la condenada partida de ajedrez a distancia con mi hermano. 
Mi próximo movimiento: F2 F4. 



viernes, 27 de marzo de 2020

Esto no es un diario XIII


No deja de ser una paradoja que en estos días, en los que una gran parte del mundo se encuentra arrestada en sus domicilios, haya unos cuantos países que estén optando por liberar a los presos de sus cárceles bajo el supuesto de que las prisiones son lugares de riesgo. ¡Y se dan cuenta ahora! Siempre han sido un lugar de riesgo. La noticia habla de Estados Unidos, Canadá y Alemania, entre otros, pero también de Irán y de Etiopía.
No puedo dejar de pensar en Irán, en las gentes de Irán, a las que tanto cariño tomé cuando estuve por allí.
Otra cosa que me sorprende en estos días - digo "en estos días" como si quisiera ahorrarme la realidad: en esta mierda de días- es la mutación que observo en algunas personas que se manifiestan a través de redes sociales (esas redes que nos atrapan como a pececitos). Gente a la que consideraba cabal y que de pronto se transforma en altiva poseedora de la verdad absoluta. Como auténticos timoneles de la revolución por venir. ¡¡¡Maldición!!! ¡¡¡Y yo con estos pelos y en pijama!!!
Vamos con el día.

jueves, 26 de marzo de 2020

Esto no es un diario XII


Escucho en la radio que unos cuantos ciudadanos han intentado detener la caravana en la que trasladaban de una residencia a otra a varios ancianos en peligro por el mal. Y me preguntaba yo cuál es realmente el mal. Qué virus es potencialmente más peligroso. Aquel que te enferma y te puede llegar a matar o el que te mata directamente y te transforma en un muerto con vida. En una manada de Lynch.
El miedo es algo consubstancial al ser humano, el deseo de protegerse y perdurar, y por tanto puede llegar a ser un desencadenante del coraje. Pero lo que indudablemente lo hace peligroso es el virus del egoísmo. Ahí es cuando nos comenzamos a parecer a piezas de ajedrez, huérfanas  de inteligencia, huérfanas del jugador. Inmóviles en sórdidos escaques. 

miércoles, 25 de marzo de 2020

Esto no es un diario XI


No es que nos acordemos. Es que tenemos una necesidad total de saber de ti. De ti, que nos acompañaste cuando el alma nos dolía. Y de ti, que nos hiciste reír a lágrima viva de tristezas. O de ti, que nos enseñaste a ver lo inadvertido y a escuchar lo silencioso. También de ti, que no nos diste la razón pero comprendiste.
No es que nos acordemos. Es que queremos tener aquí a quienes estáis lejos. Y movernos por el mundo con todos. Aunque el mundo sea hoy un claustro calcinado y estrecho. 

martes, 24 de marzo de 2020

Esto no es un diario X


Ésta es quizá la última fotografía que hice cuando aún China quedaba muy lejos y nosotros éramos indestructibles. Cuando la ciencia ficción o la literatura de catástrofes no se habían introducido en nuestro horizonte y en nuestras vidas. Cuando todavía éramos libres.
Cuando el monstruo del temor estaba dormido.
O tal vez, desperezándose.

lunes, 23 de marzo de 2020

Esto no es un diario IX


Un día más comienza. 
Al otro lado de la ventana está el mundo. Los prados, la ría, bosques, otras ventanas en el pueblo de enfrente. Y entre mi ventana y la del que tal vez se refugia más allá, hay un terrible y hermoso paréntesis y una primavera que se ha instalado sin la fanfarria florida de otras veces. Como el vecino silencioso que llega inesperado.
Hoy también he cerrado mis puertas.

domingo, 22 de marzo de 2020

Esto no es un diario VIII


Todo en los últimos días entra en el ámbito de lo onírico y yo en la cofradía de los incrédulos. He recordado el instante en el que terminé en el fondo de una grieta de hielo, en una ciudad del norte de Noruega, hace unos años. Por mi cabeza, entonces, lo único que pasaba era que aquello no me podía estar sucediendo a mí. Y ahora estoy en las mismas. Esto es una puta pesadilla de la que me voy a despertar en cualquier momento. Seguro.
Pero no. Todos los días me levanto temprano, salgo al jardín, observo la calle y veo el horizonte.  

sábado, 21 de marzo de 2020

Esto no es un diario VII


Hoy me gustaría escribir un buen poema. Uno de esos que te inflaman el corazón. Pero la mañana se ha levantado con niebla y nada se ve. La poesía tampoco.
Es ésta una primavera rara, aunque la anuncian los pájaros. Ayer se hicieron presentes tres milanos en el cielo, sobre la huerta. Y en el jardín aparecieron los chochines. Y seguimos con la mirada, envidiosos, el vuelo sinuoso del buitrón.
Ciertamente, es ésta una primavera rara para los que una vez nos creímos los dueños de la tierra. 

viernes, 20 de marzo de 2020

Esto no es un diario VI


Ayer hablé por teléfono con mi padre. Hacía mucho tiempo que no hablaba con él. Le dije que se cuidara. También comentamos cuestiones relacionadas con la huerta: De tomates, lechugas y esas cosas. Dejamos al margen temas más espinosos. No era cuestión. Para qué vamos a mencionar temas como la monarquía o la familia.
También me puse en contacto con otra gente a la que quiero pero con la que no hablo habitualmente. Era el momento de saber. Saber cómo nos defendemos de un enemigo que utiliza contra nosotros las arteras armas de la amistad y la cercanía. 
No quiero ser un "agonías", pero he comprobado que la actualidad me hace mal. Escuchar las noticias, leer el día a día me llena de angustia. Me voy a la cama con un nudo en la garganta y con la sensación amarga de que el cerco se estrecha. Cada vez comprendo más las bacanales del año 1000 o la vida disipada de los contadores de cuentos del Decamerón.

jueves, 19 de marzo de 2020

Esto no es un diario V


Me despierto y veo un mundo en miniatura sobre mí. Imagino una galaxia de almas flotando en la nebulosa. Las noticias consiguen a ratos ponerme enfermo de miedo y creo advertir conspiraciones por todas las esquinas. ¿Detrás de quienes están luchando, de quienes están resistiendo, habrá alguien que desee que todo sea así? Este vivir al borde, enclaustrados como caracoles, embargada la esperanza y dando golpes monótonos a una cacerola. 

miércoles, 18 de marzo de 2020

Esto no es un diario IV


Ayer fue San Patricio. En otros tiempos era fecha para reunirse con amigos con la excusa de celebrar a Irlanda. San Patricio es probablemente uno de los miembros del santoral más aclamado por aquellos que no creen en los santos.
Nosotros nos tomamos una botellita de cerveza negra que guardaba para la ocasión. También fue el día de los amigos. Todo muy virtual, dado que ahora no hay otra manera. Primero con los Desmemoriados, luego con Fran que me mandó sus escritos, y más tarde con José Gabriel para tomarnos la cervecita mientras me contaba los avatares a lo largo de la historia de la isla de San Simón, a la entrada de la ría de Vigo. Tan interesantes, los avatares, que nos conjuramos para ir allí en  algún momento si todo se normaliza.
Mientras tanto, ¿no se nota una espesura extraña en el aire?

martes, 17 de marzo de 2020

Esto no es un diario III


¿Qué es el optimismo? Anoche flaqueó mi ánimo mientras escuchaba las noticias, el parte, el parte de guerra, que decían nuestros abuelos.
Aquí también hay muertos, según cuentan, y en breve hospitales de campaña. También otras guerras en la lejanía, aunque ahora todo lo que no sea el aquí se desdibuja.
En estos días me acuerdo mucho de Orwell. Menos mal que ninguna bala lo mató en las trincheras de Alcubierre.
¿Qué pasaría por su cabeza para ser tan visionario?
Era tan joven yo en 1984...

lunes, 16 de marzo de 2020

Esto no es un diario II


Llueve mientras caminamos, pero lo raro es el silencio.
Me viene a la cabeza la novela de Cormac McCarthy titulada "La Carretera". Tal vez el apocalipsis no sea una verbena de fuego y explosiones sino más bien una tímida mañana eterna de silencio y ausencias.
Borro pensamientos funestos y regreso a casa para encerrarme voluntariamente. 
Tengo que hacer un trabajo sobre el poeta chileno Jorge Teillier para un encuentro que seguramente está suspendido por cuarentena. Suspendido en la inquietud como yo. 
Pero doy vueltas y vueltas y no sé cómo empezar. Hasta que me encuentro con esto:



Cuando todos se vayan

Cuando todos se vayan a otros planetas
yo quedaré en la ciudad abandonada
bebiendo un último vaso de cerveza,
y luego volveré al pueblo donde siempre regreso
como el borracho a la taberna
y el niño a cabalgar
en el balancín roto.
Y en el pueblo no tendré nada que hacer,
sino echarme luciérnagas a los bolsillos
o caminar a orillas de rieles oxidados
o sentarme en el roído mostrador de un almacén
para hablar con antiguos compañeros de escuela.
Como una araña que recorre
los mismos hilos de su red
caminaré sin prisa por las calles
invadidas de malezas
mirando los palomares 
que se vienen abajo,
hasta llegar a mi casa
donde me encerraré a escuchar 
discos de un cantante de 1930
sin cuidarme jamás de mirar
los caminos infinitos
trazados por los cohetes en el espacio.  

                                                                                            Jorge Teillier

Esto no es un diario



Supongo que habrá mucha gente en estos días que escribirá sus impresiones sobre algo tan inusual,  al modo de Defoe.  Lo titularán “Diario de los días de la peste”.
Escribirán y harán bien, aunque sea para ir restando monotonía al tiempo.
Son las ocho de la mañana, el día recién comienza  y en el tejado suena el rítmico golpear de la lluvia. La lluvia, que es hoy también nuestra carcelera.
Renovaremos estanterías y recolocaremos libros. Y si se abre un claro, caminaremos un rato con Mayo.
Llámenlo como lo llamen, esto se parece demasiado a un arresto domiciliario.

viernes, 13 de marzo de 2020

El fin

No hay cosa que me joda más
que el fin del mundo me pille 
con síndrome de abstinencia.

jueves, 12 de marzo de 2020

Tiempos de vigilia


Son tiempos estos de mudanza y de vigilia, querido Mayo. 
Tiempos de estar solos o en salvaje compañía, 
que es, tal vez, la de estar en paz con nosotros mismos
y en guerra contra la histeria.

Caminemos, Mayo, por buena senda
 y veamos
qué nos depara el viento.

lunes, 9 de marzo de 2020

Mayo del Vietcong


Ya va para doce años que llegó y a ambos en este tiempo se nos ha quedado la barba blanca. Hoy sigue gustando de remojarse en charcos, manglares y marismas, pero ya no realiza extensas expediciones exploratorias como antaño. Duerme más, pero sueña como entonces.

martes, 3 de marzo de 2020

Entrevista en Mar de Fueguitos

En mi reciente visita a Bilbao para presentar "La madera que arde", me entrevistan en la radio para un programa que se llama "Mar de Fueguitos". Título que es un hermoso homenaje a Eduardo Galeano y, por ende, al movimiento zapatista. Puede escucharse mi intervención en el siguiente enlace:

https://mardefueguitos.info/2020/03/03/mariano-calvo-haya-poesia-que-queda-del-fuego-sin-renunciar-a-la-belleza-del-mundo/ 

Escuchándolo es posible comprobar que el mundo de las ondas me queda un poco grande. ¡Qué le vamos a hacer!