Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

viernes, 30 de diciembre de 2022

La soledad sonora



No sé si la soledad sonora era para San Juan de la Cruz el modo íntimo en el que se dejaba llevar por la emoción poética, pero sí sé que para mí era eso, ayer noche, el concierto al que pude asistir en el Teatro Municipal de La Bañeza gracias a la información que Raquel me pasó días atrás.
La soledad sonora en la cristalina voz de Amancio Prada y en los poemas que desgranó como se desgrana el cereal que nos alimenta desde tiempo inmemorial a los heridos por la poesía.
Que el nuevo año venga bueno y repleto de versos.

martes, 27 de diciembre de 2022

Nadan dos chicos

 

Toda la semana había ido creciendo la sensación de retirada. Algún que otro tiroteo, sangriento a veces, pero en su mayor parte horas de espera, disparos al azar y el rezo del rosario. Típico, ir a encontrarse en el lado menos atractivo de un alzamiento. Pues una a una los británicos fueron aislando las avanzadas rebeldes. Las rodearon, y más o menos se despreocuparon de ellas para concentrar su ira en la Oficina Central de Correos, donde la bandera ondeaba sobre Connolly y Pearse, quizá el genio y de seguro el alma de la lucha.

La orden de rendición llegó el domingo por la mañana. El sentimiento de humillación cundió entre parte de los hombres que toda la semana habían mantenido la ilusión de que las cosas iban bien. MacMurrough encontró a Jim en la capilla improvisada en la sala de disección del colegio, donde los rebeldes muertos yacían sobre las mesas de autopsia. Miraba, ya sin parpadear, como últimamente hacía. Un polvillo de escombros le cubría las mejillas y le daba un aspecto pétreo, al que una lágrima parecía agrietar.

-Vamos, querido –dijo MacMurrough-. Ahora debemos dejarlo.

-¿Qué va a pasar?

-Lo tratarán con respeto, estoy seguro. Son soldados.

-Quiero decir con nosotros.

-Bueno, nos harán prisioneros.

-Ya.

Se le había caído el rosario, y MacMurrough se agachó para recogerlo.

-Te lo puedes quedar –dijo el chico-, ya no  lo voy a necesitar nunca más.

Los británicos los llevaron por las calles. Todo el ávido Dublín se agolpó en el camino. En medio de aquella turba que los insultaba y escupía, un hombre se quitó solemnemente el sombrero. Aquel pequeño, hermoso y callado gesto hizo que MacMurrough recordara a Wilde, cuando también éste fue exhibido ante la muchedumbre. Y MacMurrough se preguntó si de verdad podría haber algo más tras todo esto, que al caer tan bajo uno se alce de nuevo para salir victorioso.

 

Jamie O`Neill.
Nadan dos chicos.
Editorial Pre-Textos.


viernes, 23 de diciembre de 2022

Su mirada oscura


Carmen Jodra Davó.
Las moras agraces.
Poesía Hiperión


jueves, 22 de diciembre de 2022

Vamos a celebrar

Porque más vale alejarse de algunas cosas y de algunos cosos...

Porque es mejor el escepticismo que la sorpresa...

Porque cuesta menos reír que llorar... (y hay que economizar)


Porque no importa el tamaño (salvo que alguien demuestre lo contrario, que no creo) y nadie es la medida  de todas las cosas...


Aunque te atropelle lo que venga...

Aunque el mundo se ponga cuesta arriba...

 

domingo, 18 de diciembre de 2022

Er furbo

Y así, queridos niños, es como una nueva generación de fanáticos rudimentarios, comentaristas deportivos sin mejores credenciales que aportar, presidentes de estamentos de toda condición en permanente periodo electoral, sátrapas federativos, publicistas sin imaginación, aspirantes a lacayos, patriotas todos de peluche y de cartón en este carnaval esférico, elevaron a los altares, a la derecha de Dios, a otro simple mortal con la única gracia en sus piernas que la de darle, más o menos bien, cien o ciento una patadas a un balón.

viernes, 16 de diciembre de 2022

Madrid


 Insomnio

Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro.
Y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo con la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid, 
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, 
las tristes azucenas letales de tus noches? 

Dámaso Alonso
Hijos de la ira.


lunes, 5 de diciembre de 2022

Vida y color


Somos
como una caja de acuarelas.
La vida
nos da color.


viernes, 2 de diciembre de 2022

Cabestros

El término cabestro, según leo, se refiere a algunos toros castrados y mansos, que no son de lidia y que se utilizan como guía para conducir reses bravas. Lo digo porque siempre pensé, aunque no sé por qué, que se llamaba cabestros a aquellos que entrechocaban sus cuernos con una testarudez (no hay palabra mejor elegida) digna de otras empresas.

También leo que se le llama cabestro a persona torpe y que se deja influir demasiado fácilmente por los demás. Tampoco me explico muy bien la razón.

Al menos, salgo de dudas y me temo que tengo poco de cabestro, pero una vez más, y lo siento porque me doy cuenta de que me cuesta remediarlo, me ha vuelto a ocurrir en los últimos días que he golpeado mi testa contra la testa de algún otro ciervo montuno por un quítame allá esa insidia.

Tengo dudas de que merezca la pena, la verdad, por el mal rato, porque a este ciervo le tenía estima y porque creo que no nos deja en muy buen lugar a ninguno de los dos, pese a que al menos con estas cosas quizá vayamos sabiendo los senderos que pisamos. Sin embargo, con todo lo malo, prefiero que sea así a que las cosas se vayan diluyendo sigilosamente con paso de zorro y con los enconos intactos. También me ha ocurrido a veces.

De todos modos, durante esta crisis no he dejado de pensar, mientras cruzábamos espadas dialécticas, en una película que he visto recientemente titulada “As bestas”.

No pretendo generalizar porque sería erróneo como siempre, pero cuánto mejor solucionan las disputas, muchas de ellas, las féminas, rediós.

jueves, 1 de diciembre de 2022

Grecidad


Estos árboles no transigen con tener menos cielo,
estas piedras no transigen con los pasos enemigos,
estos rostros no transigen más que con el sol,
estos corazones no transigen más que con la justicia.

                                                                    Yannis Ritsos
                                                                     Grecidad

 

 La casa natal del poeta Yannis Ritsos en la ciudad griega de Monemvasia.