Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

miércoles, 31 de agosto de 2011

Río

Ayer recorrimos un tramo del Río Nansa en un fenomenal paseo entre los sauces y alisos de la orilla. La ruta entre Muñorrodero y Camijanes permite ejercitar de modo harto agradable un mecanismo demasiado tendente en ocasiones a la molicie y a la haraganería.

Mayo a punto estuvo de convertirse en un perro anfibio.

Pájaros, pocos. Es decir, muchos pero los oculta el bosque. Apenas mosquitero, mirlo acuático, lavandera cascadeña, tres busardos ratoneros haciendo travesuras en el cielo y un solitario cormorán.

martes, 30 de agosto de 2011

Reformando la Prostitución

PSOE y PP por fin se ponen de acuerdo en algo serio (lástima que aún se sigan llamando a sí mismos, en un exclusivo ejercicio de cinismo, socialistas y populares).
En pleno agosto y al albur de los mercaderes han decidido ellos solos (sin mayor esfuerzo intelectual) cambiar nuestros derechos por sus limosnas.

lunes, 29 de agosto de 2011

Señales



"El estadio se levantaba frente a ellos. ¿Y éste para qué lo usan?
Juegan, dijo el viejo. Los gabachos juegan un juego con el que cada semana celebran quiénes son. Se detuvo, alzó el bastón y abanicó el aire. Uno pega un palazo, luego se va así como a recorrer el mundo por cada una de las bases que tienen; usté sabe que los gabachos tienen bases por todo el mundo, ¿no?, bueno, pues el que pegó el palazo las recorre mientras otros siguen golpeando para distraer a los enemigos, y si no se lo devuelven regresa a casa y su gente lo recibe con abrazos y fiesta.

¿A usted le gusta?
Tst, yo aquí nomás estoy de paso.

¿Pues cuánto lleva?
Voy para cincuenta años..."

Yuri Herrera.
Señales que precederán al fin del mundo.
Periférica.


domingo, 28 de agosto de 2011

El Cuerno de la Abundancia

Anoche soñé (bendita ilusión) que los mismos que guían los pasos, con calculada exactitud, de los nuevos Señores de Libia, al igual que antes recuperaron otros lugares para su mapa estratégico internacional, ahora se tomaban la preocupación, con igual diligencia, de resolver la desolada hambruna de Somalia.

Claro que el Cuerno de África hasta el momento, que se sepa, no tiene dictadores mediáticos que supongan un problema para las arcas del imperio y que justifiquen intervención (ni dictadores ni nada). Ni dispone de petróleo que puedan esquilmar las grandes compañías europeas y americanas.

Solamente roban los peces de su mar y les llaman piratas.

sábado, 27 de agosto de 2011

Tirar más piedras


En Cuba, cuando desde la isla vas en dirección a Cayo Coco y Cayo Guillermo, encuentras una larga carretera que se adentra en el mar. Justo al comienzo había un enorme cartel, que explicaba el origen de aquella vía como un logro de la ingeniería castrista, y que decía más o menos (si la memoria no me falla) “Tirando piedras al mar hacemos la Revolución”.
La Revolución, ni más ni menos, es lo que intentan también los niños palestinos cuando lanzan piedras a los tanques que van a derribar sus casas.
Y piedras en forma de adoquín arrojaban en París aquellos que pensaron que debajo estaba el mar.
Piedras y piedras. Y más piedras.

Tirar piedras

Por favor no tiréis más piedras,
vosotros movéis esta tierra,
la tierra sagrada, entera, abierta,
vosotros la movéis hacia el mar
y el mar no la quiere,
el mar dice: no me pertenece.
Por favor, tirad piedras pequeñas,
tirad caracolas fosilizadas, tirad guijarros,
justicia o injusticia de las canteras de la Torre de la Justicia,
tirad piedras blandas, tirad terrones que endulcen,
tirad gravilla, tirad argamasa,
tirad arena de la playa,
tirad arcilla del desierto, tirad papel,
tirad polvo, tirad viento,
tirad aliento, tirad la nada
hasta que se cansen las manos
y se canse la guerra
y se canse incluso la paz, y exista.


Yehuda Amijai
Fragmento de "Poema Temporal"
De "Un idioma, un paisaje". Antología Poética 1948-1989.
Poesía Hiperión.

viernes, 19 de agosto de 2011

Conquistar lo inútil

Siempre me lo digo, aunque a veces me cueste hacerme caso.

"Los conquistadores de lo inútil" fue el título de un libro que siempre llamó mi atención pero que nunca leí. Entonces, cuando subía más a las montañas, no tenía dinero para comprarlo y luego desapareció. No sé si de los estantes de las librerías o solamente de mi memoria. Hace poco lo he vuelto a ver. Tampoco lo compré. Tal vez las narraciones de los grandes montañeros ahora están un poco lejos de mis ánimos aventureros.

Pero siempre me lo digo, aunque a veces me cueste hacerme caso. Conquistar lo inútil. Es posible que conquistar lo inútil sea un primer paso de aprendizaje para nosotros, los seres humanos, que ahora somos tan listos y tenemos tanta prisa. Volver, detenerse, mirar alrededor. En tiempos de obsolescencia arreglar paraguas viejos.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Cosecha de hoy

Martín, como un proyectil.
18 Garzas en asamblea.
El Reyezuelo presidiendo.
Y un Obispo Cormorán.

martes, 16 de agosto de 2011

JMJ

Como esto siga así, con tanto optimismo desaforado, con tanta sonrisa cocacola, con tanto salmo vivalagente, con tanta alegría desmesurada, con tanta clerigalla desbocada, no va a quedar más remedio que encomendarse a San Nerón Ante el Circo Romano.

Y Amén.

lunes, 15 de agosto de 2011

Paisaje y literatura II

Caldas de Nocedo (León).

Según dicen, el fallecido escritor Jesús Fernández Santos, originario de una aldea de la cabecera del valle del Curueño, ambientó su novela "Los Jinetes del Alba" en este balneario. También Julio Llamazares se detiene aquí durante una jornada en el periplo que narra en "El río del olvido".

Hace muchos años que el balneario duerme un sueño de ruinas. Yo aún lo conocí despierto. Hoy es un guardián del silencio en mitad de las Hoces del Curueño.

viernes, 12 de agosto de 2011

Paisaje y literatura.

Antes de llegar aquí por primera vez imaginaba un lugar de páramos, llanuras y trigo, a imagen de la parte de la provincia de León que yo conocía. Entonces llegué en tren minero y hacía mucho frío. Mientras caminábamos con las mochilas al hombro por la carretera en dirección al pueblo, Sol me mostró a la vieja del monte, una roca que, recordando vagamente a una mujer, parecía a punto de cumbrear la sierra. Luego ya me señaló la Collada y Peña Galicia y me habló de trincheras y maquis.

Al poco me inicié en la lectura de "Luna de lobos" al sol titubeante del patio de la casa. Más tarde comencé a enlazar el paisaje con otras novelas: "Los bravos", "La que no tiene nombre", "Los jinetes del alba". Cada vez que voy me hundo un poco en las aguas de nostalgia de "El río del olvido".

Va casi para treinta años.

jueves, 11 de agosto de 2011

Guión de Codornices

Foto cedida amable e inconscientemente por Javi Portillo.

Hace ya unos cuantos años, en un viaje a Jordania, el autor de la foto que acompaña vio por primera vez un ejemplar de guión de codornices. Para mí, que por entonces un guión de codornices no era nada, los aspavientos, los saltos de alegría y las felicitaciones a propios y extraños de mi amigo "pajaritólogo", aparte de sorprendentes, fueron el inicio (aunque no lo comprendí hasta bastante más tarde) de un creciente interés hacia la placentera observación de aves.

Prometo que, a pesar de todo, me resistí. Durante mucho tiempo seguí contemplando tal actividad con distancia y una cierta ironía. Algo propio de gente rara, tal como me parecía, a pesar del cariño, mi amigo Javi, al que, no obstante, dado que yo colaboraba entonces en una publicación ya desaparecida, propuse iniciar una columna periódica dedicada a los pájaros, que acabó titulándose así, en homenaje a aquel inesperado avistamiento jordano: Guión de Codornices.

A Javi, luego, le perdí de vista durante varios años hasta que la casualidad nos juntó de nuevo, y esa casualidad materializó un nuevo viaje, esta vez a Siria (destino largamente pospuesto). En Siria hubo, tras la correspondiente negociación de intereses, de nuevo pájaros y turismo; pero luego, después de nueva negociación, llegó Armenia y la azarosa búsqueda del gorrión pálido, y mientras tanto el virus pajarero iba introduciéndose silenciosamente.

Ahora Javi Portillo ha visto de nuevo, en un viaje a Finlandia, al guión de codornices. Legendario animal. Y aunque yo no estaba en esta ocasión, ardo en deseos de agarrar mis prismáticos para la próxima vez.

lunes, 8 de agosto de 2011

Dibujantes y poetas


El único hojalatero que quedaba en el pueblo
fue a buscar trabajo a Lonquimay.
No ganó mucha plata pero contempló la Cordillera.
Él no tiene Leica ni Kodak
así que se dedicó a dibujarla
para que sus nueve hijos la conocieran de verdad.

Jorge Teillier (El árbol de la memoria. Antología Poética)
Fragmento del poema "Notas sobre el último viaje del autor a su pueblo natal"


sábado, 6 de agosto de 2011

viernes, 5 de agosto de 2011

Absurdo Sol(iloquio)

Cancerberos sin cabeza custodian plazas vacías.
Nadie entra, pero nadie sale.
Necedad de necedades.
Nadie entra, pero nadie sale.

miércoles, 3 de agosto de 2011

La lista de los sueños


En la lista de mis sueños no hay huecos
para que deambulen espectros luminosos cargados de cadenas.
No caben cadenas en mis sueños.
En mi lista de sueños en ocasiones entran plantas de tomates,
idas y venidas, largas entelequias y un duende con mi rostro

que arrastra un equipaje con más sueños.
A veces, incluso, en el inventario de mis sueños
hay lugares reservados para mi pensamiento y tus orquídeas.


MCH.

Para Gi, que a veces me pregunta por qué no escribo.

martes, 2 de agosto de 2011

Dibujos de viaje (9)


Parque Nacional de Timanfaya (Lanzarote)

lunes, 1 de agosto de 2011

Hama

Hama hasta hace poco era una ciudad tranquila con un pasado temible. Allí, el padre del actual presidente de Siria, aplastó en los años ochenta una rebelión que condujo a la destrucción de gran parte de sus edificios y a la muerte de miles de sus habitantes. Quedaron sus inmensas norias como testigos mudos de la barbarie.
Desde Hama, en los años 2008 y 2009, visité la imponente fortaleza cruzada del Crac de los Caballeros, y en una de sus librerías inicié inopinadamente la colección de ejemplares de “La Isla del Tesoro” que ahora desborda una de mis estanterías.
Paseé por sus calles y sus mercados, bebí té en alguna de sus terrazas y frecuenté muchas de sus pastelerías, embargado por el enorme placer de sus dulces. También disfruté, y mucho, del trato hospitalario de su gente.
Por eso, en estos días en los que Hama vuelve a ser una ciudad doliente, mi dolor, como la cera de una vela, también se desborda a través de mi recuerdo. Veo en los telediarios y en las fotografías de los periódicos los lugares familiares arrasados por el poder tiránico y vuelvo a imaginar un aciago paisaje de norias silenciosas.