En Cuba, cuando desde la isla vas en dirección a Cayo Coco y Cayo Guillermo, encuentras una larga carretera que se adentra en el mar. Justo al comienzo había un enorme cartel, que explicaba el origen de aquella vía como un logro de la ingeniería castrista, y que decía más o menos (si la memoria no me falla) “Tirando piedras al mar hacemos la Revolución”.
La Revolución, ni más ni menos, es lo que intentan también los niños palestinos cuando lanzan piedras a los tanques que van a derribar sus casas.
Y piedras en forma de adoquín arrojaban en París aquellos que pensaron que debajo estaba el mar.
Piedras y piedras. Y más piedras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario