Según dicen, el fallecido escritor Jesús Fernández Santos, originario de una aldea de la cabecera del valle del Curueño, ambientó su novela "Los Jinetes del Alba" en este balneario. También Julio Llamazares se detiene aquí durante una jornada en el periplo que narra en "El río del olvido".
Hace muchos años que el balneario duerme un sueño de ruinas. Yo aún lo conocí despierto. Hoy es un guardián del silencio en mitad de las Hoces del Curueño.
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