Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago
miércoles, 3 de agosto de 2011
La lista de los sueños
En la lista de mis sueños no hay huecos
para que deambulen espectros luminosos cargados de cadenas.
No caben cadenas en mis sueños.
En mi lista de sueños en ocasiones entran plantas de tomates,
idas y venidas, largas entelequias y un duende con mi rostro
que arrastra un equipaje con más sueños.
A veces, incluso, en el inventario de mis sueños
hay lugares reservados para mi pensamiento y tus orquídeas.
MCH.
Para Gi, que a veces me pregunta por qué no escribo.
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Gracias, me he quedado sin palabras. Al terminar de leerlo cogí un lapiz y tache uno de la lista.
ResponderEliminarUn abrazo
Gi.
Pues, por si hay que anotar, no pierdas el lápiz.
ResponderEliminarBesos.
Oye, que también está el mercado de musas en crisis, como para que vengan poetastros a incursionar en las propias, coño. Ya pusiste por ahí un post de tus cien mujeres como para pretender ciento una...
ResponderEliminarNO A LA OKUPACIÓN MUSÍSTICA (que no museística).
NO A LA PROMISCUIDAD POÉTICA.
Compañero,ese sospechoso ramalazo, tan propio de Othelo, está fuera de lugar. Las musas como las manzanas están siempre en el aire. Para recogerlas hay que alargar el brazo, y si están verdes hay que cuidarlas para que lleguen a estar en sazón. Por lo demás, tranquilidad, que las lindes están definidas.
ResponderEliminarAbrazos.
Vaya, las manzanas en el aire y yo pagando dos leuros en la frutería. Y las musas verdes... eso es verdad, esas son las mejores.
ResponderEliminarVaya, y acabo de publicar el comentario anterior mientras intentaba pararlo, porque he pensado que eso de que las musas verdes son las mejores podía rememorar desgraciadamente a Dragó o Sostres. No. Mi referencia al verdismo era como en "películas verdes" (o sea, erótico-festivas) y no a musas menores de edad.
ResponderEliminarEspero que quede aclarado.
Puede ser que debamos dejar a las musas, independientemente de su tonalidad, tranquilitas en su Parnaso, no vaya a ser que nos desviemos por algún derrotero tirando a escabroso.
ResponderEliminarOye, que el de los derroteros escabrosos eres tú. ¿A qué viene ahora, si no, nombrar el Parnaso?.
ResponderEliminarSaludos.
PD: pues sí que da juego esto.
¿Ah, pero el Parnaso no se encuentra entre nubecitas?
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