Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

miércoles, 10 de septiembre de 2025

La llamada que no cesa.


Desde hace unos días, desde la ventana de casa, escucho de forma repetida el canto característico del Pito Real o Pito Ibérico, ese vecino. Siempre se sitúa en el mismo lugar, y desde ahí parece como si llamara nuestra atención. Todos los días dejo lo que esté haciendo y agarro la cámara. Intento llegar sigilosamente a un lugar en que pueda captar su imagen lo mejor posible. Y todos los días, en un juego que ya se repite demasiado, el bicho se aleja volando como alma que se lleva el diablo. Y juraría, sin temor a equivocarme, que se parte de risa mientras yo apuro como puedo mi antídoto contra la frustración.


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