martes, 17 de junio de 2025
Somormujo lavanco
miércoles, 11 de junio de 2025
Motilla del Azuer
jueves, 5 de junio de 2025
miércoles, 4 de junio de 2025
Los libros de Mario
domingo, 1 de junio de 2025
viernes, 30 de mayo de 2025
Essaouira
Salir de las turbulentas calles de Essaouira como gaviotas al mar.
Donde el silencio es una agitación de olas.
Una detrás de otra, viajando hasta los demás continentes desolados.
Como el corazón de un reo.
Como una canción abandonada en la que se confunden las siluetas.
Y, mientras tanto, el pájaro sigue al hombre y el hombre mira al pájaro.
Y envidia el vuelo.
jueves, 29 de mayo de 2025
Atacama
San Pedro de Atacama. Chile. 2007.
miércoles, 28 de mayo de 2025
Handala
martes, 27 de mayo de 2025
Cumplir en vuelo.
jueves, 22 de mayo de 2025
Víctimas y victimarios
miércoles, 21 de mayo de 2025
Educación y descanso
La niebla que despejaremos
Diez años después volví y llevé a Sol. Sentí la misma pesadumbre que la vez anterior, el mismo ahogo, la dificultad que persiste cuando por momentos se te olvida respirar, cuando crees ser consciente del dolor y la angustia que se adhiere a las paredes de unas estancias fantasmales como una segunda piel, como un revoco malsano fabricado con la ausencia de los desaparecidos.
Y es que en el edificio situado en la calle Londres número 38 de Santiago de Chile funcionó a pleno motor lo más temible de la dictadura sangrienta de Augusto Pinochet, tal y como lo atestiguan las placas que siembran el suelo de la acera que a esa casa lleva, con los nombres de las mujeres y los hombres que entraron allí un día para no volver.
Cada placa un ser humano, cada uno de ellos un paso. Pasos que damos hacia la niebla que despejaremos.
martes, 20 de mayo de 2025
Calle Londres 38
domingo, 11 de mayo de 2025
Un banco para sentarse bien de mañana
sábado, 10 de mayo de 2025
Lobos
Cuando los partidarios de las
“extracciones” de lobos (y también de determinados eufemismos por lo que se ve)
sueltan comentarios embadurnados de bilis en redes sociales suelen basar sus
inteligentes y fundamentados planteamientos en tres o cuatro mantras
aprendidos. A saber:
-Si no fuera por los ganaderos de
qué os ibais a alimentar.
-Esos ecologistas de ciudad,
señoritos que no tienen ni idea de lo que es el campo.
-Si tanto quieren a los lobos que
se los lleven a su casa.
-A que no os atrevéis a defender
al lobo en… (ponga el nombre de cualquier lugar en lo más intrincado de la
ruralidad).
Hay que partir de la base de que
existe, por parte de quienes se refugian en argumentos (¿argumentos?) de tal
calibre, una errónea mentalidad supremacista, por no decir imperialista, que los
lleva a pensar que ellos son, invariablemente, el centro del universo y, por
tanto, los dueños del “prao”. Pueden parecer exageradas tales afirmaciones, más
que nada por el tufo pedestre y cortoplacista que asoma en cada una de sus
manifestaciones, pero qué otra cosa se puede pensar de los que se consideran la
despensa del mundo y los detentadores únicos de la sabiduría en todo lo que se
relaciona con la madre natura, cuando en muchas ocasiones son solamente los
depredadores máximos de la misma.
Mención aparte tienen las
siguientes afirmaciones. Lo de que los que defienden la persistencia del lobo
se los pueden llevar a su casa es, ni más ni menos, lo mismo que los mismos (o
los de su misma tendencia ideológica) utilizan cuando se habla de inmigrantes
en general o de menores no acompañados en particular. A todos se les tacha de
delincuentes sin el menor empacho y sin la menor prueba, del mismo modo que basan
la peligrosidad de los lobos para la integridad del ser humano en terroríficas
leyendas medievales.
Lo cierto es que, desde tiempo
inmemorial, los lobos ya están en su propia casa, al contrario de aquellos que
invitan a que sean realquilados en las casas de los demás.
Y, por último, la propuesta
retadora final no deja de ser una amenaza que, sobre el papel, parece hacer a
los “extractores” más peligrosos que los propios lobos. ¿Es eso en realidad?
viernes, 9 de mayo de 2025
martes, 6 de mayo de 2025
Aniversario
domingo, 27 de abril de 2025
Cartas
Asisto ayer en la Librería Gil a la presentación de dos escritoras engañosamente noveles y dos libros de teórico género epistolar. Y digo teórico, porque bajo esa envoltura nos encontramos realmente con dos soberbios acercamientos a lugares con alma. Al menos, un alma que apenas se entrevé habitualmente en las referencias geográficas tanto de Grecia como de Galicia. No conozco la zona de Grecia en la que vivió mi paisana Beatriz Cárcamo, del mismo modo que nunca he estado en la aldea de la que procede María Ramos, pero si Orense es probablemente la provincia gallega más desconocida para los ajenos, el norte de Grecia, del cual me enamoré, es lo que no se menciona cuando alguien piensa en el país heleno. Tal vez por eso me gustan ambas miradas. Y también porque me gustan ambos países. Solamente falta que a quien edita esta colección de libros desde León, otro lugar con alma, le dé por publicar cartas irlandesas para completar mis paisajes en el mundo y mis fronteras en el aire.
sábado, 26 de abril de 2025
La red que nos atrapa
Seguramente serán los mismos que se rasgan su camisa azul (que tú bordaste en rojo ayer) cuando alguien se permite la menor ironía contra sus creencias, y enarbolan a toda leche el estandarte del delito contra los sentimientos religiosos, los suyos, sacrosantos, no los de los infieles, dónde va usted a parar. Pero si usted se da un paseo por la mayoría de los comentarios de los lectores (lectores por decir algo) de medios de comunicación cántabros como El Diario Montañés o Ifomo Noticias sobre el atentado de ayer en la sede del PSOE, en Santander, podrán comprobar que más que comentarios son excrementos.
Y, tal vez, los propios medios mencionados y el sistema judicial de este país, además de la ciudadanía al completo, debe empezar a tomarse en serio que, cuando alguien desde el presunto anonimato de las redes desea el mal, que por fortuna en este caso no ha sucedido, o anima a que suceda, no está haciendo uso de su legítimo derecho a la libertad de expresión, sino que está facultando cobardemente un delito de odio y enalteciendo al terrorismo.
No hablamos ni de colores, ni de partidos, ni de tendencias políticas. Hablamos de nuevo de vivir y de convivir. Esa convivencia que esa caterva de seres de inframundo está dispuesta a reventar a base de explosivos reales y morales.