Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

viernes, 11 de febrero de 2011

Corriendo tras los antílopes


Trae el vino y las flautas, va a llover,
nuestra labor no es la victoria, hermano,
no apagues el candil, entre esta noche
y tu vejez no media más que tiempo,
usa como manteles las banderas
y recoge los nombres sin sus cosas
que los naufragios dejan en las playas,
baila, nuestro quehacer es la derrota,
vaga desnudo por las avenidas
como un diablo tentado por la luz,
dibújate en el cuerpo de una hembra
como una blusa húmeda y demora
tu carromato lejos del mercado
mientras lloran las vírgenes de yeso,
porque nuestra tarea es escribir
los poemas inútiles, hermano.

Pero caiga la sal sobre tus hazas,
se establezca el dolor junto a tu puerta,
prosperen los traidores en tu ruina,
te precedan tus hijos en la muerte,
pierdas tus reses y tu compañera
y supliques piedad de quien te odia
y reclames amor de quien te teme
y formes en el bando de los tristes
y hocique la migraña en tu cerebro
y los jueces injustos te persigan
y que Dios se suicide por tu culpa
si escribes un poema innecesario.



Gonzalo Sánchez-Terán.
Desvivirse.
Colección Visor de Poesía.
ISBN 84-7522-985-9

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