Foto cedida amablemente por Javier Portillo
Esto que nos ha dado últimamente de dedicarnos al pajareo (a la observación de pájaros, quiero decir) tiene muchas ventajas y algún que otro inconveniente; aunque ahora me voy a referir sólo a la parte agradable. Dentro de esta parte se encuentra el hecho de que tanta actividad sirve para conocer gente. Por ejemplo a Don Elanio Azul que, no siendo un asiduo de estas tierras, a veces se presenta por aquí sin muchas alharacas ni toques de trompeta. Tímido que es él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario