Ahora, que me quejo y protesto por la que está cayendo…
Ahora, cuando las leyes disparan contra los débiles y desarmados…
Ahora, que escasea el pan de los pobres mientras menudea el desamparo y la desesperación…
Ahora, que nos las quieren hacer pagar todas juntas…
Ahora, los pragmáticos me hablan de romanticismo.
Del mío.
Y luego me hablan de la realidad.
De la suya.
Y me dicen que hay que contenerse.
Y me dicen que podía ser peor.
Y me dicen que hay que parar el golpe a la espera de tiempos más halagüeños.
Agazapados.
Acurrucados.
Acuclillados.
Arrodillados.
Y por un momento piensan que casi me convencen.
Y lo que es aún más gracioso, se nos anima a votar ppor un cambio... porque cómo no, la culpa la tiene el gobierno socialista, ese ZP que ha perdido el resto del abecedario de la cartilla socialdemócrata...
ResponderEliminarEso, que vuelvan con sus Cascos y nos liquiden las últimas migajas del ruinoso estado del bienestar y nos instauren la totalidad del "salvese-quien-pueda" que llaman libre mercado.
Bueno, no dejan de ser dos caras de la misma moneda. Probablemente nos están haciendo el ajuste duro para luego dejar el trabajo fino a los artistas. Es lo que tiene el bipartidismo tan en boga: te obligan a elegir entre la extrema derecha y la derecha. Ya sabes, un producto novedoso recién llegado desde un Imperio decadente. Deja que aparezcan los chinos en este teatrillo.
ResponderEliminar¿En el párrafo "y luego me hablan de la realidad" que quieres decir?¿Quienes son los pragmáticos?
ResponderEliminarNo tiene nada que ver con realidades añejas, sino con los que hoy contemporizan con todos estos ajustes duros que siempre llevan la misma dirección (reformas laborales, pactos de pensiones, cajas de ahorro con sus obras sociales al mejor postor, etc). Nimiedades.
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