Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

lunes, 7 de febrero de 2011

Contra un muro infranqueable nos hemos dado un coscorrón

Foto de Valentín Andrés

Así como Don Quijote entró en El Toboso a medianoche y sin luces, topándose con la iglesia principal del pueblo, también en mi barrio nos hemos dado siempre con la iglesia, con la nuestra, una humilde capilla que nunca necesitó torres ni campanarios, porque allí somos más bien tirando a austeros y templados.
La capilla del Barrio San Francisco ha sido desde que yo recuerdo el lugar al que todos íbamos a parar. En un barrio obrero y de aluvión había que economizar recursos, así que por ahí hemos pasado, durante años, todos: niños que se reunían, adolescentes que se reunían, estudiantes que se reunían, trabajadores que se reunían, vecinos que se reunían…
Hasta creyentes se reunían.
Allí hemos recibido a los que llegaban y hemos llorado despidiendo a los que se marchaban.
Por eso, ese pequeño local en los bajos del portal número 20 ha sido toda la vida un lugar de celebración.
Y además los vecinos del barrio, con amistades o con rencillas, siempre hemos sido muy nuestros.
No es extraño entonces que ahora, cuando alguien desde fuera pretende arrebatar nuestra costumbre y nuestra historia cerrando el recinto a cal y canto, el vecindario se rebele.
En estos momentos a esa Jerarquía que actúa de modo tan administrativo y tan poco pastoral habría que recordarle que sería bastante apropiado que escuchase a sus ovejas, no vaya a ser que se descarríen. ¿Que no hay curas? Por lo que sé hay hasta voluntarios.
No vamos a pedirle al Obispo milagros en estos tiempos en que son otros los que se afanan en repartir panes y peces entre los necesitados. Pero sí, al menos, algo de fe. Aunque sea la fe de nosotros los ateos.

9 comentarios:

  1. Marianín cuando te leo, es como si leyeras esas palabras que yo no se decir, esas emociones que se agolpan en el pecho y no saben encontrar el aire en que propagarse. A veces me pregunto, cómo lo que dices puede ser tan mío. Quizá es que hemos compartido demasiado, hasta el mismo barro en las rodillas.
    Un abrazo, amigo.

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  2. Hola Tino. A lo mejor es porque nos caímos dentro de la misma marmita, o porque nos bañamos en el mismo regato de la Vega Liordes. ¿No te parece?

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  3. Aun faltaban 6 años para que se constituyese la Asociación de Vecinos cuando los críos del barrio "ayudábamos a excavar" lo que iba a ser nuestra iglesia. Nuestras madres nos reñían por llegar a casa ensuciados con el mismo barro con el que se ensuciaba Ernesto, nuestro cura, que a base de multas de un duro consiguió que no le tratáramos de Don. Cuando en 1977, los vecinos del barrio ocuparon los locales que ahora disfrutamos, la capilla ya llevaba 8 años siendo el lugar de reunión de niños y jóvenes de los clubes, de la catequésis, de las asambleas de la Asociación de Vecinos, de nuestros guateques, de los mítines de la incipiente democracia, PC incluido. No nos engañemos, amigos. Es esa historia la que no nos perdonan. ¡Que no le echen la culpa a la falta de curas!

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  4. Sí es una pena aunque me temo que en la ladera norte de General Dávila ha habido barro para muchos que hoy vemos como los espacios antes públicos de nuestros barrios están rodeados de verjas metálicas y un tráfico caótico que pone en peligro la integridad física de cualquiera. Os he enlazado en el facebook, es mi manera de solidarizarme ;-)

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  5. En este pais siempre vamos detrás de los curas, sea para fusilarlos, sea en procesión. No entiendo que gente ajena al culto católico se permita criticar decisiones tomadas por la jerarquía. Me suena a la vieja historia de un pueblo andaluz que en la guerra civil, tras fusilar al cura y demás enemigos nombró al santo del pueblo miembro de honor de la UGT, con unaminidad. ¡Librenos el Señor de nuestras contradicciones!

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  6. Hola Bertobgood. Te voy a confesar que ciertamente cuando me planteé el escrito me entró cierto pudor, dado que ya no me considero en esa grey. Sin embargo el pudor se me fue enseguida por varios motivos:
    1) El asunto del que se trata es parte de la historia de mi vida, y si me lo quitan, me quitan una parte (y me jode).
    2) Ese local durante muchísimo tiempo cumplió otros fines además del meramente religioso.
    3) Me apetece solidarizarme con mis antiguos vecinos.
    4) Si la Jerarquía tiene los santos huevos (del Papa para abajo) de meterse e intervenir en los asuntos de mi vida (con quién me caso, con quién no, con quién follo, con quién no, cómo debo educar a mis hijos, a mis sobrinos o a quién sea, si debo tener hijos o no, a quien debo votar como opción política, etc. y todo esto sin extenderme), porqué razón no voy yo a criticar sus excesos.
    Que se la cojan ellos con papel de fumar (si se la encuentran).

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  7. En la que considero mi parroquia de Gijón , San Pedro, tenemos servicio de guardería en misa de una todos los domingos y fiestas de guardar.Amén de otras prestaciones y facilidades.Qué diferencia¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

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  8. Amigo Tino, al igual que tú, no sabría expresarlo tan bien como lo hace Mariano, por eso, dejo en su pluma mis , nuestras, palabras las de tantos y tantos que crecimos y nos educamos a la sombra de esa luz que iluminó nuestros caminos. Ya fueran hacia Lebeña o hacia la plaza, las oficinas donde hasta no hace tanto jugabamos nuestros partidos, o a sentarnos cerca de nuestros mayores mientras construiamos nuestro barrio y entre palada y pincho y pincho y palada nos contaban historias.
    No tengo palabras , para expresar lo que siento, por eso os lo dejo a vosotros, vuestras palabras son las mías, vuestros actos seran los míos.
    Mariano,un abrazo.

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  9. Hombre, hermano, bienvenido de nuevo a este hueco. Por algún sitio he escuchado que nuestra vida es nuestra infancia (o algo a así). Y, aunque yo no me atrevería a decir tanto, me temo que algo debe de haber cuando, a poco que nos dejen y acordándonos de entonces, todos nos ponemos un pelín transcendentales. Ya veo que tú te caiste también en la misma marmita y te bañaste en el mismo regato. Otro abrazo.

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