Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

miércoles, 2 de marzo de 2011

El país del agua y la poesía



Con mucha satisfacción me he leído “Cuaderno de Saì Gòn” de Pablo Escribano Ibáñez, un libro de poemas que, para mi gusto y mi forma de entender este inabarcable mundo de la poesía, destaca sobre la norma en esta Cantabria tan amiga de cofradías y tan dada en muchas ocasiones al exceso de una optimista autopromoción.

El poeta en este libro, con la excusa de contarnos las emociones y sensaciones de un españolito en la corte del Tío Ho, demuestra una facultad inusual en gran parte de la poesía triunfante, como es una mirada de largo recorrido, que va muchísimo más allá de esa “mismidad” (¡toma ya!) aletargada y proclive a las orejeras, tan habitual entre algunos poetas.

Quizá porque yo he intentado, como despistado peatón, respetar infructuosamente un semáforo en una avenida de Saigón (o de Hanoi) me parece impagable el poema titulado “Cruzar la calle”, y me trae buenos recuerdos de una travesía por la jungla del norte de Laos, pese al calor y las sanguijuelas, el titulado “Progreso”. Sin embargo, aún me parecen más impresionantes, por inquietantes, aquellos, varios, destinados a señalar esa delgada línea marcada por el respeto y la empatía o la ausencia de prejuicios que en muchas ocasiones franqueamos para mal, sin querer, por desconocimiento o por falta de sentido, todos aquellos que osamos aventurarnos en lugares hermosos (pero pobres), diferentes (y pobres), misteriosos (además de pobres), tan ricos (y tan pobres), como el dulce país del agua.



Cuaderno de Saì Gòn
Pablo Escribano Ibáñez
El Desvelo Ediciones
ISBN: 978-84-937533-7-5
Depósito Legal: SA-19-2011

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