Santiago, agosto de 1974
Una camioneta refrigerada Chevrolet avanzaba a trompicones por la Alameda, la avenida que conecta el Palacio de la Moneda con la universidad. Cerca de la antigua iglesia de San Francisco giró a la derecha para entrar en el barrio París-Londres, construido en torno a la intersección de las dos calles de las que toma su nombre, la calle Londres y la calle París. El barrio, antaño el jardín de una antigua ermita, fue hogar de poetas, escritores y artistas.
La camioneta avanzó sobre los adoquines antes de detenerse frente a un edificio bajo de piedra gris, el número 38. (...)
Unos hombres vestidos de paisano abrieron las puertas traseras del vehículo, y a continuación un grupo de hombres y mujeres con los ojos vendados salieron dando tumbos y entraron en el número 38. Uno de ellos era un estudiante de Historia de veinte años, detenido por subversión. No sabía muy bien donde se encontraba, pero por un resquicio de la venda pudo vislumbrar las baldosas blancas y negras del suelo que señalaban la entrada, como un tablero de ajedrez. Era la sede del Partido Socialista.
Le hicieron subir unos escalones de piedra y le condujeron al interior del edificio; luego le separaron de sus compañeros y le llevaron a una sala lateral, donde le ordenaron que se sentara. Otra persona, una mujer, se sentó a su lado.
"Soy León."
"Yo, Hedy", respondió la mujer.
Aguardaron. Al cabo de un rato le escoltaron hasta una escalera que subía por la parte trasera del edificio, hasta el primer piso, En otro cuarto, un guardia le ordenó que se quitara la ropa. Una vez desnudo, le hicieron tenderse de espaldas sobre el somier de un viejo catre, metálico y frío. A continuación le ataron las muñecas y los tobillos al somier. Quedó despatarrado, como un cerdo en un espetón. (...)
Más tarde, estando de nuevo en la habitación de la planta baja, trajeron a un joven y lo dejaron tirado en el suelo. Alfonso, susurró alguien, un estudiante de Filosofía, en un pésimo estado. Poco después le trajeron a una joven, otra detenida. Los dos intercambiaron unas palabras antes de que sacaran al estudiante de Filosofía del edificio, lo metieran en la parte trasera de una camioneta refrigerada y se lo llevaran.
Nunca se le volvió a ver.
Philippe Sands.
Calle Londres 38. Dos casos de impunidad: Pinochet en Inglaterra y un nazi en la Patagonia.
Anagrama. Panorama de narrativas.
Traducción: Francisco J. Ramos Mena y Juan Manuel Salmerón Arjona.