Y a veces para bien.
Sin embargo lo habitual es lo contrario.
La clave está en la eterna dualidad del ser humano.
Si no, cómo explicar que el hombre en su valor
Sin embargo lo habitual es lo contrario.
La clave está en la eterna dualidad del ser humano.
Si no, cómo explicar que el hombre en su valor
pueda cruzar casi todos los límites
y, a la vez, con su miedo crear todas las fronteras.
y, a la vez, con su miedo crear todas las fronteras.
(Por una O.N.G., ya, para los aduaneros sin fronteras)
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