Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago
lunes, 20 de febrero de 2012
El vigía
Mi casa es un barco de Neruda con un vigía en lo más alto y la proa de sus ojos al poniente. Mi casa llena en la noche su velamen con fugaces estrellas vagabundas que extraviaron su camino entre Valparaíso y Singapur. Mi casa es un galeón dormido en tierra esperando la marea.
Chulazo el MAYO ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarRaquel
Lo dices tú o pones tu voz en mayo?
ResponderEliminarGracias,Raquel,por el piropo. Mayo se esponja de felicidad en su atalaya.
ResponderEliminarHugo, ¿a tí que te parece?. A Mayo solamente le falta gritar "tierra" en cuanto la vea,
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