Se empieza respetando profundamente las decisiones judiciales (aunque la justicia se encuentre ausente) y se continúa por respetar profundamente las tradiciones culturales (sólo si son las propias). Después se respeta profundamente el credo (el único y verdadero) y luego se respeta mucho la vida humana (la de los compatriotas). Y si los compatriotas se desvían, entonces se respeta profundamente la de los que piensan lo mismo que yo. O sea, yo...
...que soy demócrata y gente de bien.
Esa música me suena... creo que es una tonadilla que sonaba de fondo en los seriales radiofónicos de mi infancia
ResponderEliminarLos 40 principales son suyos. Con variaciones sobre el mismo tema suena el runrún a diario. Ya sabes: "yo respeto y acato", "yo no soy racista, pero...", "los sindicalistas son unos vagos (salvo cuando hay que sacar las castañas)", "la fiesta nacional preserva la especie (como si los cuernos estuvieran en peligro de extinción)", etcétera.
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