Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

jueves, 6 de junio de 2013

Jerga oída por ahí

Me encuentro con mi compañero Flores por la calle que, agitado y con prisas, se para apenas un segundo a saludar y me dice lo siguiente:

A mi pesar, eh, a mi pesar. Me tengo que ir con la máquina de reñir al Navajazo Bereber.

Y se marcha calle abajo, hecho un brazo de mar, convencido de ser el más grande y clarividente comunicador.

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