Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

sábado, 15 de marzo de 2025

Peatón

                                                                                                           Hanoi. 2002.

Sí, es un paso de cebra, pero es un invisible paso de cebra para todos salvo para el peatón. Por tanto el tema de las preferencias de paso queda un poco diluido. No digamos ya la cuestión de los semáforos en rojo, que directamente no significan nada.
Al peatón le costó cierto tiempo acostumbrarse a las avalanchas de motocicletas que nunca se detenían y empezó a observar los ademanes de los viandantes del lugar. Había que cruzar la carretera decidido, en línea recta, sin mirar a los lados, sin dudar lo más mínimo, encomendando su naturaleza y su espíritu a la pericia de los motoristas que lo sorteaban como si fuera una nadería, un pequeño estorbo en su continuo deambular, en un perpetuum mobile de motores estridentes. Jugarse el físico al mahjong.


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