Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

domingo, 14 de diciembre de 2025

Poo antes del AC


No hay nada como hacer una limpieza inopinada en la casa para que del fondo de algún cajón salgan como fantasmas del pasado tesoros inimaginables.
Esto que aquí ven es una imagen aérea del lugar en el que un día, ya bastante lejano, decidí vivir.
Donde vivo hoy es un sitio que se le parece pero que ya no es. Y es que muchos de los colorines verdes que aparecen en la fotografía se han quedado ahí, fijados eternamente al papel. La realidad, con su presión urbanística del medio rural y de los pelotazos salvajes, pasados treinta años dice otra cosa, y los edificios de adosados proliferaron de la noche a la mañana casi sin darte cuenta. Un día te levantabas feliz y contento y en lugar de pisar el "prao" de la tarde anterior te "esmorrabas" contra un "acosao": ¡Coño! ¿Quién te ha puesto ahí?
No es que un servidor quiera vivir en una Arcadia (o sí) pero, señores del ladrillo, mercaderes y conseguidores, se han pasado ustedes varios pueblos. La inapetencia y la sobriedad en el trasegar está visto que no va con sus estómagos.
Y lo malo es que tanta vivienda nueva como floreció no ha servido para abaratar las posibles hipotecas o las mensualidades de los nuevos pobladores que desearían habitar por estos pagos, y que no pueden, sino todo lo contrario.
Y lo peor es que los inmobiliarios y sus colaboradores necesarios no tienen intención de parar. Ya dije que sobrios no son.
Sirva entonces, pues, la foto del barrio para recordar lo que un día fue y lo que en el futuro no será 
  

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