sábado, 31 de julio de 2010
General
- No es malo, es general.
Uniforme, frac y camisón de dormir.
Jorge Amado
jueves, 29 de julio de 2010
Resistencias

miércoles, 28 de julio de 2010
lunes, 26 de julio de 2010
El Informe de Brodeck

Philippe Claudel. El Informe de Brodeck.
Philippe Claudel es un escritor francés que raramente cultiva la piedad en sus argumentos. Sin embargo consigue que, aunque sea con inquietud, deseemos enfrentarnos a sus libros como quien se enfrenta a un espejo. La naturaleza humana es lo que tiene. Es capaz de lo peor y de lo mejor. Y todo en el mismo envoltorio.
Que yo sepa se han publicado en España tres de sus novelas: Además de "El Informe de Brodeck", "Almas grises" y "La nieta del Señor Linh". En todas ellas llegas al final aguantando la respiración, lo cual no es una solución desacertada cuando la miseria huele demasiado mal. La nuestra, la del género humano.
domingo, 25 de julio de 2010
En el hospital
Cuando tienes que pasar tiempo en un hospital acompañando a un enfermo las horas pasan con otro ritmo, se detienen en una rutina llena de pequeñas actividades que a veces se convierten en un mundo. El paisaje que podría verse a través de la ventana es, entonces, una nebulosa. Otro universo que, por momentos, parece ajeno.
jueves, 22 de julio de 2010
Gorrión pálido

martes, 20 de julio de 2010
Tierras de poniente
¿Qué le pasa por la cabeza en esos últimos momentos? Tal vez no tiene mente, tal vez su mente se manifiesta como una simple conducta, que es lo que dicen de la mantis religiosa (hotnotsgod). Pese a todo, en un sentido formal es una verdadera criatura de Zenón. “Ahora sólo estoy a medio camino de la muerte. Ahora sólo estoy tres cuartas partes muerto. Ahora sólo estoy siete octavos muerto. El secreto de mi vida se retrae infinitamente bajo el contacto de tu dedo. Tú y yo podemos pasarnos la eternidad fraccionando el tiempo. Si me quedo quieto el tiempo suficiente te acabarás yendo. Ahora sólo estoy quince dieciseisavos muerto.”
lunes, 19 de julio de 2010
Poder
y también guiaba la luz,
de tal manera que los rebaños seguían al sol
dibujando epigramas de alabanza en las laderas de Dingle,
de verde cosido a piedra,
zurcidas en fucsia por los brincos de la princesa.
Allí manda Dios,
pero en Slea Head, no.
No se sabe quien manda en los bravos acantilados
de Slea Head.
Manuel Rivas
viernes, 16 de julio de 2010
Ararat
jueves, 15 de julio de 2010
miércoles, 14 de julio de 2010
Seguridad
viernes, 2 de julio de 2010
Introspe...qué?
