
Y aunque uno cree en las casualidades sólo de cuando en cuando, esta vez tiene la sensación de estar adentrándose en el estómago de la fiera, como un Jonás dentro de la ballena.
No obstante siempre quedará la duda sobre quién era más bestia, si el Capitán Ahab o Moby Dick.
Cuando regresemos tal vez el Gran Hermano ya no tenga hermanos o, al menos, padezca de glaucoma.
Cuando volvamos, tal vez, la gente que simpatiza con el partido gobernante haya percibido por fin que no es lo mismo ser de izquierdas que parecerlo, y que tampoco es igual apretar las teclas a los trabajadores mientras se practica la manga ancha con las finanzas de la curia o con el primo del otro lado del estrecho.
Cuando regresemos, quizá, traiga en la memoria el mejor poema del mundo y en la mirada una fotografía imposible.
Cuando volvamos, a lo mejor José Gabriel puede dormir tranquilo soñando con un Sáhara, por fin libre, feliz y documentado.