Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

martes, 9 de noviembre de 2010

La realidad real


"Cuando uno es un niño, tiene mirada. Mirada propia. Después, en el colegio te cuentan que las cosas no son como tú quieres verlas. Todo se iguala, se uniforma, y no me refiero sólo a la ropa. En el colegio, las hojas sólo pueden ser alveoladas, dentadas o lanceoladas, los ríos glaciares o pluviocaudales, las consonantes palatales, oclusivas, labiodentales… Pero lo peor, con diferencia, es lo de las nubes. Uno crece alegremente, viendo maletas abiertas en el cielo, y señoras que fuman en pipa y futbolistas que rematan de cabeza, hasta que un día llega un listo que encima es maestro y te dice que no, que de futbolistas nada y de señoras menos. Que eso que ves en el cielo puede ser como mucho un estrato, un cúmulo, un cirro… pero nada más. Ni punto de comparación.
Hasta ese momento la mirada es libre. Es personal, propia de cada uno. Lo que es más importante, hasta ese momento la mirada es un juego, algo divertido. Como las nubes. Luego ya no. Luego ya pasan a ser acumulaciones espontáneas de vapor de agua en la atmósfera. Los niños saben mucho de eso, de lo que es divertido y de lo que no lo es. Nosotros no tenemos ni idea. La tuvimos una vez, pero se nos ha olvidado".


Contra la hipermetropía
Textos reunidos
Fernando León de Aranoa
Debate. 2010.
ISBN: 978-84-8306-867-0

3 comentarios:

  1. Pues que diga lo que quiera el señor León de Aranoa, o el maestro, o el observatorio meteorológico o el sursum corda, pero eso es un dinosaurio.

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  2. Pues mira que a mí me parece una señora con la melena al viento y echando humo.

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  3. Que lindo!!! Yo pinto nubes en mis cuadros y necesito que funcionen como yo quiero jaja

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