Augusto Monterroso.
Podemos parapetarnos en el miedo,
escudarnos en la sorpresa,
hacernos invisibles con las excusas,
construir a nuestro alrededor una empalizada de silencio,
ponernos de perfil,
diluirnos,
asombrarnos,
camuflarnos.
Hasta podemos cavar una trinchera en la que solamente quepa nuestra testa.
Pero el dinosaurio seguirá ahí.
Muy bueno el Tito.Lo chungo es si el dinosaurio tiene familia numerosa............................
ResponderEliminarRaquel