Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

viernes, 9 de marzo de 2012

29 de marzo

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Augusto Monterroso.


Podemos parapetarnos en el miedo,
escudarnos en la sorpresa,
hacernos invisibles con las excusas,
construir a nuestro alrededor una empalizada de silencio,
ponernos de perfil,
diluirnos,
asombrarnos,
camuflarnos.
Hasta podemos cavar una trinchera en la que solamente quepa nuestra testa.
Pero el dinosaurio seguirá ahí.


1 comentario:

  1. Muy bueno el Tito.Lo chungo es si el dinosaurio tiene familia numerosa............................
    Raquel

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