Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

viernes, 16 de mayo de 2014

Redes sociales o cómo la culpa fue del cha cha chá


Prometo no amenazar
aunque me lleven los demonios
y me corroa la indignación.
Todo sea por evitar que legislen al dislate
y con esa urgencia tan simplista que confunde la cabeza con las tripas.
Ya ven, solamente pido un humilde cambio de lugar:
que su dios justiciero los guarde muchos años (en lóbrega mazmorra)
y que a nosotros nos libre de ella. 

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