Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

lunes, 6 de diciembre de 2021

Nacimientos Napolitanos (IV)


Dicen que Nápoles es una ciudad que no tiene término medio. A la que amas o a la que odias. A mi en realidad tal afirmación me suena a cosa hecha, a frase de anuncio turístico para viajes organizados. Supongo que cualquier ciudad hay que caminarla durante mucho, mucho tiempo y aún así será difícil no apuntar en la agenda de lo vivido innumerables sensaciones encontradas.
En los pocos días que estuve en ella hubo cosas que me sorprendieron. Entre ellas esa afición a los belenes que no conocía. Exuberantes en el detalle. Magníficos en suma. Con un grado de perfección en las imágenes fuera de lo común. Pero sobre todo, y quizá lo más importante, dando sobradas muestras de usos y costumbres pasadas y modos de vida que probablemente de otro modo se hubieran perdido como se pierde en estos días todo aquello que erróneamente se considera inútil o innecesario. 


2 comentarios:

  1. Nosotros estuvimos también hace dos años y vimos la exposición de belenes.
    Para mi Nápoles es maravilloso... exuberante y con todos los contrastes posibles

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  2. Impresiona ver la variedad de piezas que se encuentran en las tiendas y los mercadillos.

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