Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

martes, 21 de junio de 2022

Chernóbil

      Fotografía: Timm Suess. 

Estoy terminando el libro titulado "Voces de Chernóbil", de la Premio Nobel Svetlana Alexievich, y me ha parecido escalofriante. Nunca imaginé cuanta tristeza y cuanta destrucción hubo y hay detrás de una noticia como la del desastre de la central nuclear soviética.
Del libro podría escoger una gran cantidad de historias que me han impactado (en una entrada anterior ya incluí otra), pero la que aparece a continuación, por breve, por sencilla, pero también por lo que conlleva de dramatismo (incluso poético, si lo quieren) y amargura, para mí, se lleva la palma. Lo cuenta un niño, o una niña, que entonces tuvo que abandonar su hogar.

"En casa nos dejamos... Dejamos encerrado a mi hámster. Era todo blanco. Le dejamos comida para dos días. Y nos marchamos para siempre".    
 

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