Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

miércoles, 1 de junio de 2022

La llamada de España


La literatura y la ideología son incómodas compañeras, y la calcificación de ésta en propaganda es mortal. Creo que los libros más importantes de la guerra son los que permiten al lector, o mejor dicho, tal vez, que lo obligan, mediante la identificación con el personaje de una novela o la voz de un poeta, a suprimir temporalmente sus convicciones ideológicas y políticas. El romántico inglés Samuel Taylor Coleridge habló de la "suspensión voluntaria de la incredulidad" ante "las sombras de la imaginación" como algo necesario para disfrutar de la literatura. Quizá las grandes obras de la guerra civil conduzcan a una especie de involuntaria suspensión de la ideología, haciendo que el lector simpatice no sólo emocional sino también (y en consecuencia) intelectualmente con el comunista Manuel de La esperanza, pero a la vez con el anarquista Negus, y al mismo tiempo con los milicianos del POUM en Homenaje a Cataluña; con Robert Jordan en Por quién doblan las campanas, pero también con el piadoso requeté a quien mata el teniente Berrendo que avanza hacia la muerte en el último párrafo de la novela; con la ilusión de Sommerfield, Aguilera-Malta, Langston Hughes y el "Spain" de Auden, pero igualmente con el desencanto de Dos Passos y Simone Weil; con el comunismo fundacional de Vallejo, Neruda, Bessie y Torriente Brau pero también con el anticomunismo, aprendido a golpes en España, de  Spender, Slater, Orwell y Koestler; y con la celebración de la gesta inigualable del Congreso de Escritores Antifascistas pero también con las críticas a su sectarismo. En esta multiplicidad apasionada de voces y perspectivas, y en la esperanza y la tragedia que la estremecen, estriba, sin duda, la riqueza de las obras de los que oyeron la llamada de España y se empeñaron -escribiendo, marchando, recitando y luchando- en responderla.

Niall Binns.
La llamada de España. Escritores extranjeros en la Guerra Civil.
Montesinos. Ensayo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario