Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

domingo, 15 de diciembre de 2024

Mariposas negras


Habrá que convenir que las mariposas negras tienen mayor capacidad que nosotros para discernir cuando toca tomar las de Villadiego ante la catástrofe.
Ayer por la noche pude ver una película diferente. De dibujos animados, pero con héroes de carne y hueso. O mejor dicho, de heroínas. 
Tres periplos que se entremezclan para conformar uno solo, el de la deriva de nuestra historia. Existencias engarzadas por el vuelo de las mariposas negras.
Lo que sucede en el metraje lo suponíamos, lo presentíamos, se encuentra en el corazón de lo que sabemos y de lo que desearíamos ignorar. Es el peregrinaje de tres mujeres desplazadas por el desastre del cambio climático en sus lugares de origen. Un factor que no existe en las justificaciones legales para la inmigración y las actas de refugiados y que, por tanto, se convierte en un limbo laberíntico para aquellos que se ven obligados a abandonar sus casas en contra de sus deseos, para acabar malamente, en el caso de la película, en París, en Nairobi y en Dubai. Tres historias que nos traen el reciente recuerdo de la Dana de Valencia y de los valencianos convertidos en refugiados en sus propias casas.
Yo sé que contemplar una película de estas características no va a transformar el alma de piedra de los que atosigan, amenazan y persiguen con sus prejuicios y su egoísmo sempiterno a las víctimas de nuestra incapacidad como especie. Pero es que la película no es para ellos. No les sirve.
Y una cuestión aparte. Hace unos pocos meses visité Omán, al sur de la Península Arábiga. En todo momento, durante la estancia, me preguntaba cuál sería la historia de tanta gente de Bangla Desh, de Pakistán y de la India que había por allí, cómo sería su vida en un país petrolífero y enormemente rico, qué les había empujado a desplazarse allí. Cada vida tiene su aliento y es imposible conocer las circunstancias de cada cual. Las preguntas siguen ahí, como mariposas negras revoloteando, pero ahora alguna de las respuestas ya la sé.   

2 comentarios:

  1. Los jóvenes de aquí lo entenderán, como emigrantes buscando una casa donde poder dormir.

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