Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

viernes, 29 de noviembre de 2013

La Liberté

En París, y gracias a Guillermo (parroquiano asiduo), me encontré con La Liberté, el bar del que yo también sería fiel cliente si viviera allí.
Un remanso heterogéneo y una isla de libertad en tiempos de leyes de seguridad que nos asolan y que son más bien ajustes de cuentas por parte de los vencedores.
La misma historia de siempre, que este país conoce bien. 
El dibujo de la fotografía superior adorna el tablero de una mesa, tal como se puede comprobar por los cercos que han dejado los vasos, y la otra ilustración es el estandarte del local que cuelga de una viga sobre la barra.


Por cierto, que el bar, cuando entré, me resultó demasiado familiar. Me parecía haber estado allí durante los últimos 20 años.
Lástima que no sonaba la balada del Valle de Strathmore.

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