Se llama Alexis y se apellida
Díaz y Pimienta, pero del mismo modo podría tener otros muchos nombres que
confluyeran en la poesía con letras grandes y sin vana gloria.
Él seguro que es responsable de
muchas cosas que yo no conozco, porque la vida y las geografías unen y separan,
pero en lo que me atañe diría que fue
capaz hace ya unos cuantos años, en una casa de la Calle 23 de La Habana , mientras nos
alternábamos recitando, de regalarme un espejismo. Y es que él dice como nadie
aquello de ¡Eh, poeta!
Esta semana se ha acercado por
estas tierras del norte para recordarnos que la poesía nos gusta, así, sin
maquillaje, natural como una ocurrencia de los Chamaquilis que fuimos, etérea
como el sonido de una palabra que se va apagando, o como un recuerdo, pero
también dura y afilada como una despedida o como una cola del desempleo.
Lo cierto es que Alexis escribe
muy bien y que se inventa espinelas sobre la marcha con una alegría cercana al
prodigio, pero sobre todo, si algo es de destacar en este cubano sin pena es su
cercanía y la calidez con que te acoge y te arropa por muchos años que pasen de una vez a otra. Alguien dijo que
cuando lees algo que te emociona corres el peligro de que el autor te
decepcione si en algún momento llegas a conocerlo. Pero éste no es el caso.
Con Alexis más bien el riesgo
está en la infinidad de librerías que tienes que rastrear por toda Cuba (y
también por aquí) para hacerte con sus libros. Y porque, al menos, es un riesgo
gratificante (por las librerías, por Cuba y por él) en ello seguimos.
Que sorpresa, Mariano. Confieso que comencé a leer tu blog por placer y amistad, pero no esperaba encontrar esta sorpresa!!
ResponderEliminarQué foto!! Qué jóvenes!!
Me descargo la foto para conservarla, y mil gracia, eh, poeta, por esta entrada tan cálida.
Un abrazo poético, desde cualquier rincón de mi Habana de siempre.
Ah, te he dejado un enlace a mi Blog. Siempre serás bienvenido en mi Cuarto de mala música: http://cuartodemalamusica.blogspot.com.es/
ResponderEliminarAbrazos
Hola Alexis: Me alegro de que te haya gustado la fotografía,que a mí también me hizo recordar buenos tiempos en un lugar para siempre querido.
ResponderEliminarEl cuarto de mala música queda enlazado y siempre que puedo me doy un paseo por él. Por cariño y porque es una forma de estar al tanto de tus novedades literarias, no siempre fáciles de localizar.
Un abrazo.