Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

sábado, 8 de octubre de 2011

Cantautores

Llego a casa de mi madre con la intención de ver el segundo tiempo del partido de fútbol entre la República Checa y España tras una ajetreada tarde de recados y “carrefures”. Sin embargo, con el mando a distancia de la tele en la mano, me detengo en un programa de la Dos en el que un joven y barbado Luis Pastor canta aquello de “los tiempos están cambiando, están cambiando qué bueno, por mucho que lo llaméis no saldrá del agujero…” y luego escucho Al vent y L’Estaca y Al alba y “habrá un tiempo en que todos veremos una tierra que ponga libertad”. Y tanta canción se intercala con imágenes de un blanco y negro sucio y seco en el que unas veces predomina el rojo y el verde de esperanza y otras solamente el fiero gris.

Mi madre se sienta un rato a darme conversación. Me dice que esas canciones le suenan de cuando nosotros, sus hijos, éramos unos chavales. Y observa atentamente las imágenes de gente corriendo y de policías golpeando.
¡Cuánta gente presa, entonces, y nosotros sin enterarnos apenas de nada!, me dice. Y mira que yo me preocupaba porque tenía la sospecha de que vosotros estabais en "eso", recalca señalando las imágenes de las viejas manifestaciones (y cayendo en cierta contradicción con lo anterior).
Ahora lo sé porque veo “Cuéntame”.



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