Después de cuatro años, tras viajar a Chile, vuelvo a ver el volcán Licáncabur. Ahora desde la otra parte, vigilando la Laguna Verde. Luego, en la frontera de Bolivia con Chile, nos hacemos unas fotografías, un poco por nuestra nostalgia y otro poco por la nostalgia de Gise.
Por el Licáncabur no pasa el tiempo. A nosotros el tiempo nos va haciendo cada vez más extenso el pasado.
Que envidia. Inspirar aire muy muy profundo, mirar las estrellas tan brillantes y nítidas de ese cielo del sur, también la otra ladera del volcán y cuando vuelvan lo buscare en vuestra mirada. Seguro que lo veré.
ResponderEliminarBesos
Gi y Hugo