A los veteranos de la Brigada Lincoln
Decid que no sabían español
al principio,
y nada de las artes de la
guerra,
– Cómo apuntar, cómo atacar y
retirarse,
como matar, cómo enfrentarse a la
muerte -no lo sabían, al principio.
Decid que el aire azul
se llenó de protestas y camorra,
palabras secas y miradas ásperas.
Decid que eran muy jóvenes. El
rostro
macilento en la trinchera y el
muerto en los olivos,
el flaco y el enfermo, el
destrozado,
ciegos, en el hospital, todos muy
jóvenes.
Decid que eran muy jóvenes,
que no sabían muchas cosas
que eran humanos. Decidlo todo, es
cierto.
Y ahora decid
que mientras los famosos, los
grandes, los viejos, los ricos
y los ambiciosos se afanaban
vendiendo, discutiendo,
traicionando, encubriendo,
transigiendo,
cortando un pelo en cuatro, publicando
malos periódicos, firmando malas
crónicas,
dictando malas leyes, sobornando,
chantajeando, lloriqueando,
oprimiendo, estrangulando – ellos
comprendieron y obraron, supieron y
murieron.
O si no, regresaron a sus casas, a una paz
que no es tal paz. Decid
que ya no son tan jóvenes y que
nunca aprendieron
las artes, las cautelas de la paz –
esta paz-
y los trucos del miedo.
y que lo que supieron, aún lo saben,
y a lo que se atrevieron, aún se atreven
Genevieve Taggard
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