Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

lunes, 9 de enero de 2012

¡A mí la guardia suiza!

A la consorte del Presidente del Banco Central de Suiza la han pillado enriqueciéndose en el mercado de divisas mediante la utilización de información privilegiada, según escucho en la radio.
Que los pecadillos especulativos de la señora hayan obligado a su marido (que algo debía tener que ver) a dimitir finalmente tras cierto tira y afloja se convierten en una pequeñez tras la calificación por parte de algún estamento gubernativo o financiero como "errores morales" y no delito.
La diferencia debe estribar en la calidad del embutido. O sea, los pequeños "chorizos" cometen delitos y los "pata negra" lo otro.
Ver para creer, eufemísticamente hablando.

5 comentarios:

  1. Estamos en un país que se escandaliza por todo, al contrario que Suiza, donde todo es civismo y discrección. Aquí se monta la de dios por un Pepe el del Popular o por unos trajes, o un Urdangarín. Páginas y páginas. Programas de debate a gritos en "prime time". Pero luego... todo había prescrito, ya no se puede hacer nada, parece ser que hay un papel que dice que eran inocentes... Y para compensar, nos llevamos pa'lante a Garzón. Eso es la justicia española. ¡Viva el vino!

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  2. Básicamente de acuerdo contigo en esa tendencia altisonante que se percibe desde siempre en este país para que luego las cosas se solapen en agua de borrajas. Es algo así como la siesta ibérica después de una bacanal.
    Lo que ocurre es que lo del civismo y la discreción, o bien otras generalidades que se aplican a la tierra de los relojes, el chocolate y el queso Appenzeller, suele encubrir otros vicios privados también de dudoso gusto.
    De todos modos, y salvando diferencias, me temo que esa globalización que ya apenas se nombra hace que en ambos lugares y en muchos más se esté fomentando al "tío de las varas", que no es un vengador justiciero ni mucho menos, sino el de las dos varas de medir.

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  3. Tienes mucha razón. No era mi intención, ni mucho menos, hacer un ensalce del caracter helvético, ni del teutón, ni tan siquiera del anglo, ni del sajón... que en todas partes cuecen habas.

    Pero es bien cierto que el aspaviento latino, que se gesticula más cuanto más al sur, y que se suele acompañar de bocerío, sobre todo en la bota y la piel de toro, está más cercano al show que al reality. Y que pasados sus quince minutos de gloria pasa a ser carne de olvido y chanchullo. Misterios sin resolver...

    Total, ahora los que juzgan y condenan son los mercados...

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  4. El abuelo de Heidi13 de enero de 2012, 0:22

    -"Vivo en un mundo en donde los más ricos hablan de austeridad,la monarquía de justicia y la iglesia de sexualidad." Me parece un buen análisis de lo que vemos alrededor.

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  5. El mundo al revés o como apoderarse del vocabulario y las preocupaciones de los contrarios.

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