La niebla es un buen parapeto para aquel que necesita agazaparse, pero también el escenario ideal para el que te sigue los pasos.
El año empieza con nieblas:
I
Congelan los empleos que dependen del Estado, salvo aquellos que correspondan a las fuerzas de seguridad.
Al tiempo pretenden endurecer las penas de los reincidentes delincuentes. ¿Delincuentes?
Bien saben los corruptos dueños de la niebla cómo van a defenderse de parados de larga duración, enfurecidos, indignados y colgados al final de la cuerda.
II
Voy a la ciudad y entro en lo que parece una librería. Al momento cierran la puerta a cal y canto para detener a un paisano. El dueño del chiringo, tres empleadas y seis policías parecen mucha fuerza para zarandear a alguien que distrae dos puñeteros libros.
Cuando salgo ya se han llevado al pobre "chorizo" ilustrado. Marcho de lo que pensé una librería y me doy cuenta de que solamente es una miserable expendeduría en la que me prometo no volver a poner los pies.
III
Me entero de que el periódico que leo habitualmente entra en crisis manifiesta. Y vuelve la burra al trigo como tantas otras veces: ¿Qué fue de El Independiente y de El Sol, qué fue de Liberación? ¿En qué parte de la niebla se esconde La Realidad?
Un buen guión para un film que se puede titular: Fog 012
ResponderEliminarCreo que volvemos a 1984.
ResponderEliminarJorge Orwell