Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

domingo, 7 de mayo de 2023

Un crujir de cuadernas

En la fotografía Víctor y J.R. conversan de sobremesa cuando en 2020 el confinamiento nos dio tregua y pudimos volver a vernos tras muchos meses. Supongo que para entonces, una vez superada, aunque relativamente, aquella alarma -lo digo por la distancia-  no sólo nos crujían las cuadernas sino que también andábamos aún con cierto temblor en las piernas. 

Las cuadernas de un barco son tradicionalmente cada una de las costillas de madera que forman la estructura del mismo, aunque ahora parece ser que están hechas también de otros materiales. No obstante, para nosotros siempre serán de la madera de los bergantines y los bajeles que hacían las grandes travesías de nuestra imaginación. Qué le vamos a hacer si siempre fuimos así de intrépidos.
Las cuadernas son como los amigos o los compañeros. Y sin dudarlo un instante, partes imprescindibles para la seguridad de la nave y por tanto para llegar a buen puerto. 
Cuando flaquea una, flaqueamos todas.
Él y yo, cuando cumplíamos años siempre nos gastábamos esa broma al felicitarnos. ¡Eh, que hoy también me crujen las cuadernas!
Ayer cumplí años y, aunque no quiero, estoy por darle alcance en esto de la edad. Y creo que, contra viento y marea, estoy también decidido a hacerme viejo por los dos mientras pueda y seguro que, recordándole, continuarán crujiéndome las cuadernas cada vez un poco más. 
  

2 comentarios:

  1. Precioso vocablo: cuadernas. Por una letra tiene significado diferente al masculino.

    Tal vez con la edad tenemos que controlar más las cuadernas y ser prudentes con la navegación; simplemente para que no se resientan en exceso.

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