Un filósofo dijo una vez aquello de que el ser humano era la suma de sí mismo y sus circunstancias. Y lo cierto es que, dicho así, al menos uno parece relativamente acompañado. Lo malo es cuando al hombre ya no le van quedando ni las circunstancias como consuelo.
Y, a veces, todo es soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario