Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

miércoles, 29 de abril de 2020

Esto no es un diario XLVII


Cada vez necesito menos. Mi exiguo fondo de armario está convirtiéndose con los días en algo  más y más superfluo. No como, no duermo, no leo. Mi perro cada día recuerda más a una alfombra. Yo, cada día recuerdo más a una alfombra. Dicen que hay una luz al final de un túnel, pero yo solo imagino un resplandor crepuscular que nadie se molesta en explicar, ni qué va a tener de novedoso ni qué va a tener de restrictivo.
Mientras tanto, hacia allí vamos, galopando por pasillos cibernéticos, entretenidos, entre aplausos y cacerolas.

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