Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

sábado, 18 de abril de 2020

Esto no es un diario XXXVI


El insomnio no me deja dormir.
Vale, ya sé que es una ocurrencia de perogrullo. ¿Qué esperan ustedes a estas horas?
Puedo pensar que, en realidad, es debido a ese perro que ladra en algún otro confín cercano, o al ruido que hace el propio silencio. Tal vez al rumor nocturno de la casa, a la madera crujiendo, lo que se asienta. Quizá al vuelo clandestino de algún mochuelo. A las articulaciones doliendo. A los engranajes del mundo que gira.
O a la incertidumbre.
Quien sabe. 

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