pero tiene el vuelo corto y la esperanza amplia.
La alegría en la casa del pobre compra suspiros en incómodos plazos
y contempla llanuras desde la cúspide de las penas.
La alegría del pobre, cuando es alegría,
suele ser sonrisa humilde que tapa al llanto.
MCH
Quizás algún día entre todos estos pobres aparecerá un Cicerón que cargue contra todos los Cayo Linicio Verres....algún día....Raquel
ResponderEliminarBueno, Raquel,más vale que vayan todos juntos y en unión porque a los lideratos también los carga el diablo.
ResponderEliminarSaludos.