Inútiles conquistadores
miopes orfebres del espanto,
puesto que pasasteis de largo
sin apostar vuestra pobreza
en manejar el arcabuz;
a vosotros, desventurados,
que tanto mirabais al cielo
(aunque esa vez se os olvidó)
agradecidos os quedamos
la luna, los cóndores y yo.
Mariano Calvo Haya.
El Privilegio de los Pájaros.
Colección Árgoma.
Santander, 1998.
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